LA PROBLEMÁTICA DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DEL LEVANTE ALMERIENSE

Artículo de Domingo Ortiz Soler

Domingo Ortiz Soler

Arqueólogo

Algunas consideraciones

Esta comarca del Levante almeriense, desde el punto de vista arqueológico puede ser considerada unas de las más ricas de la provincia.

Los restos más antiguos documentados datan del Paleolítico Medio (Cueva de la Zájara en Cuevas del Almanzora), Cueva de los Murciélagos entre Lubrín y Antas, Cueva del Hacho en Vera. También encontramos restos de época neolítica y de la Edad del Cobre (Cultura de Los Millares) y Edad del Bronce (Cultura Argárica), ibera, fenicia, púnica y romana (Villaricos, Vera…) y árabe, etc.

Las fama que dio a esta comarca los descubrimientos arqueológicos del ingeniero de minas belga Luis Siret a finales del siglo XIX y principios del XX, no sirvió para que se investigara con mayor profundidad ni en Almería se tuviera conciencia de la importancia del Patrimonio Arqueológico.

Estos yacimientos dados a conocer por Siret sólo fueron visitados por los coleccionistas de antigüedades y muy pocos de ellos han sido excavados por especialistas.

El panorama de los yacimientos arqueológicos, es, pues, desolador. EL Argar (Antas), el yacimiento que dio nombre a esta Cultura prehistórica, se ha convertido hoy en un erial lleno de hoyos; la Gerundia, otro de los tantos, en escombrera, y así un largo etc. de desastres. El ayuntamiento de Antas se encuentra en la labor de puesta en valor de estos parajes arqueológicos con una propuesta de musealización.

En definitiva, podríamos resumir en los siguientes puntos el panorama comarcal, respecto a los yacimientos arqueológicos:

  • Abundancia de restos arqueológicos en todo el ámbito de la comarca del Levante, debido al fuerte poblamiento desde el Paleolítico hasta época árabe.

  • Desigualdad en la investigación y registro, a pesar de los repetidos hallazgos aislados, por lo que es necesario un Plan de Investigación, basado en una prospección sistemática real, para documentar exhaustivamente lo que ha quedado de restos arqueológicos en la actualidad.

  • La terrible destrucción del patrimonio Arqueológico, en muchos casos, por desconocimiento de su existencia, y en otros porque la difusión que alcanzaron ciertos yacimientos no fueron acompañados de una política de protección efectiva, siendo las zonas mejor conocidas desde siempre y las más expoliadas.

  • Algunas tímidas excavaciones arqueológicas a partir de intervenciones de emergencia en Villaricos y Cadima (Los Gallardos), provocadas por obras urbanísticas y obras públicas del trazado del ferrocarril AVE, respectivamente, pero insuficientes si no se conlleva a una puesta en valor para su valoración ciudadana, que sirva para una mentalización hacia el respeto y conservación del Patrimonio por parte de la ciudadanía.

CAUSAS DEL DETERIORO DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO

LABORES AGRÍCOLAS. Han sido siempre una de las causas de deterioro de los yacimientos arqueológicos. Sobre todo, en la actualidad con las grandes máquinas de arar la tierra, y que anteriormente sólo se utilizaba el arado manual, que no profundizaba demasiado en capa de tierra, por lo que la destrucción era menor.

Algunos se mantienen a salvo por encontrarse en montículos de poca altura. Pero recientemente la maquinización de las labores agrícolas y la generalización de invernaderos, ha provocado un gran destrozo en los yacimientos, con el desmonte agresivo de dichos cerros donde se encuentran ubicados, como el caso de los Cabezos Pelaos (Vera).

Importantes yacimientos se encuentran hoy amenazados en muchos puntos del territorio, como la Villa Romana del Roceipón en Vera, que ha sido desmontado parte del cerro donde se ubica estas ruinas con mosaicos. Este yacimiento arqueológico fue iniciado Expediente de BIC (Bien de Interés Cultural) con la categoría de Monumento, por lo que legalmente es intocable, pero aún así se actúa sobre él. o, igualmente corre peligro un asentamiento prehistórico del Calcolítico ubicado junto a la rambla de Fuensalida, en Los Pelaos, que corre peligro por las obras del AVE, a pesar de registrar sucesivos informes por parte del Museo Municipal al Ayto.

DESARROLLO URBANO. Que se ha producido en esta comarca en las últimas décadas y ha provocado, con frecuencia, graves daños en nuestro Patrimonio. La construcción de nuevas edificaciones y complejos urbanísticos y campos de golf (como el de Vera Golf, por ejemplo) sobre restos arqueológicos es frecuente.

Al realizar obras en los cascos urbanos consolidados, los hallazgos arqueológicos suelen ser ocultados para evitar paralizaciones temporales en las obras de construcción.

Sin embargo, las agresiones más importantes han sido consecuencia de nuevos desarrollos urbanos sobre zonas arqueológicas muchas veces conocidos desde antiguo (como en Los Conteros de Villaricos, entre otros ejemplos). Esto pone de manifiesto la falta de coordinación entre la Administración encargada del Patrimonio y los ayuntamientos, que no cuentan, en algunos casos, con documentación que les permita detectar los posibles conflictos entre el desarrollo urbano y la conservación del Patrimonio. Y cuando dispone de documentación la obvian, por interese puramente especulativos.

MOVIMIENTOS DE TIERRAS Y EXPLOTACIÓN DE CANTERAS. Los avances tecnológicos en movimiento de tierras ha hecho que éste sea un nuevo factor que actúa cada vez de forma más intensa y agresiva en la modificación de la topografía y, por tanto, en la destrucción de yacimientos arqueológicos, sobre todo con la extracción de áridos, yesos, canteras de piedra (como en Antas), trazado de carreteras, autovias, autopistas y caminos como parte de obras publicas…

LA EXPOLIACIÓN. El conocimiento temprano de la riqueza arqueológica de esta comarca y la falta de una política cultural y administrativa al respecto, provocó el “boom” de la Arqueología mal entendida y un afán de coleccionismo facilitado por la mejora de las comunicaciones y difusión en cartografía de los yacimientos arqueológica, que quedan al alcance de todos.

Los yacimientos arqueológicos han sido saqueados y destrozados, siendo en muchos casos, imposible efectuar una investigación científica de los mismos, dado el estado en que se encuentran.

Los causantes de este expolio son, en muchos casos, coleccionistas y comerciantes de antigüedades, pero en otros, personas de “buena fe” mal informadas.

Por último, la causa que consideramos más importante a la que ya hemos aludido, es el desconocimiento de la Administración en este tema.

La Administración no tiene constancia del todo el Patrimonio provincial al detalle, de ahí la necesidad de un Catálogo más exhaustivo de los que hasta ahora hemos realizado. Es raro encontrar un ayuntamiento que conozca los yacimientos de su municipio, por lo que las licencias son concedidas sin tener en cuenta el Patrimonio.

No se ha hecho cumplir la legislación urgente que obliga a un informe arqueológico en caso de hallazgos, ya sea mediante seguimiento arqueológico de las obras, estudios de impacto, o excavaciones de urgencia. Los únicos que parecen conocer la Ley son ciertos constructores que se apresuran a hacer desaparecer los restos encontrados para que no les paralicen temporalmente las obras.

La falta de cooperación entre organismos como la Consejería de Cultura, MOPU o Medio Ambiente que, hubieran podido, en parte, paliar el daño, así como la ausencia de una política cultural y administrativa son los principales causantes del estado de nuestro Patrimonio.

Los mismos casos se pueden aplicar para la destrucción del Patrimonio Etnográfico material: acueductos, molinos, norias, aljibes, balsas, almazaras, etc., o el monumental arquitectónico o el propio Patrimonio Natural de gran interés ecológico.

NECESIDAD DE UN CATÁLOGO-REGISTRO ARQUEOLÓGICO MÁS EXHAUSTIVO

En el caso que nos ocupa, la situación es lamentable. Es, pues, evidente que una nueva revisión del estado de conservación actual de los yacimientos arqueológicos, mediante la elaboración de un documento que recoja toda la información arqueológica y que sirva para confirmar la existencia o no, ya que muchos han desaparecido por destrucción total o parcial, o su estado actual de conservación de los sitios arqueológicos, anualmente, para retomar nuevas medidas de intervención para su preservación, por vía de urgencia, y que sirva de base a la Administración para enfrentarse al problema de su conservación.

Nuestro principal preocupación actual, después de la larga experiencia que tenemos de realizar Inventarios del Patrimonio Arqueológico, Artístico y Etnográfico para las Administraciones, es corroborar si aún se conservan algunos –nos consta que muchos de ellos ya han desaparecidos-, y en qué situación o estado, y/o los motivos de su destrucción.

El objetivo es revisar de nuevo, recogiendo el mayor nº de yacimientos posibles, intentando dar una información completa de cada uno de ellos: localización, trabajos realizados sobre los mismos, estado en que se encuentran, así como una propuestas urbanística, legal y de puesta en valor cultural, de cara a sus protección y musealización.

Los yacimientos conocidos por referencias bibliográficas no pueden incluirse en el catálogo sin un trabajo de campo previo, en el que se localicen exactamente haciendo un análisis de su estado.

Por otro lado, pensamos que para que la protección sea efectiva sería conveniente la delimitación de las parcelas que ocupa cada yacimiento y ponerlo en conocimiento de sus propietarios y de los ayuntamientos respectivos.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Las características peculiares del Patrimonio Arqueológico y en especial el hecho de tratarse, en muchos casos, de un Patrimonio “por descubrir”, distribuido de forma dispersa por todo el territorio, son factores que dificultan su protección.

La elaboración de una adecuada estrategia de vigilancia y protección en el marco de la política territorial y urbanística es necesario analizar la situación de cada yacimiento en su entorno, especialmente los conflictivos, con los usos del suelo existentes o potenciales y la posible confluencia en el lugar del yacimiento de otros valores culturales y naturales, paisajísticos o ambientales que pueda incidir en la necesidad de su protección.

Pensamos que este Registro Arqueológico puede servir de marco para iniciar la protección del patrimonio. Sin embargo, para que esto pueda hacerse efectivo recomendamos la realización urgente de trabajos complementarios, sobre todo en las zonas más avanzadas. Trabajos que consistirían en una prospección sistemática de los mismos, que permita la localización de todos los yacimientos existentes y la delimitación de éstos sobre el parcelario, comunicándoles a los propietarios su deber de conservación.

Sin embargo, otro fenómeno, difícilmente controlable desde el marco de una política territorial, es el de la expoliación, que es una de las causas más importantes del deterioro de los yacimientos, fenómeno que ha de condicionar necesariamente la publicidad de este inventario, por lo que consideramos que mientras exista este peligro y hasta que se inicien los trámites de cara a la protección, las fichas de los yacimientos y los planos de su ubicación no deben ser expuestos a la luz pública.

Estos documentos deben ser de uso restringido para la Administración y pensamos que serán útiles para los siguientes fines:

  • Redacción de Planeamiento.

  • Control municipal de la concesión de licencias.

  • Guía para la prospección sistemática de zonas no conocidas.

  • Comunicación a los propietarios afectados de la normativa que les correspondan.

  • Control del Servicio de la Guardia Civil para vigilancia de los mismos en evitación de hechos delictivos (expoliación, daños., etc.

  • Únicamente en los casos en que se prevén medios que controlen el peligro de expoliación y una vez desarrollados los trabajos de catalogación con el detalle adecuado a las características de cada zona, será admisible la publicidad de los datos referidos a los yacimientos.

A MODO DE REFLEXIÓN

En los países culturalmente avanzados, la colaboración entre los profesionales de la Arqueología y otros técnicos como arquitectos, urbanistas, ingenieros, es estrecha. Colaboración que se lleva a cabo en diferentes niveles. Así, por ejemplo, en la fase de Planeamiento Urbanístico, los inventarios y catálogos arqueológicos son tenidos en cuenta a la hora de redactar los Planes de Ordenación, de la misma forma que la ejecución y seguimiento de dichos planes se produce la intervención del arqueólogo para solventar los conflictos entre un yacimiento arqueológico y las acciones constructoras, a través del método de estudios previos, informes, memorias y excavaciones de urgencia, cuando así se requieran, así como proyectos de conservación y puesta en valor..

El patrimonio como bien común.

Domingo Ortiz Soler

-Arqueólogo-

ExDirector del Museo Histórico Municipal

del Ayuntamiento de Vera

Deterioros de descomposición de estructuras murarias y perfiles en el poblado argárico de Fuente Álamo (Cuevas del Almanzora), después de su consolidación para una hipotéticas puesta en valor que no se ha llevado a cabo después de varias décadas de sus excavaciones por el Instituto Arqueológico Alemán. Las continuas visitas incontroladas provocas el derrumbe de muros y perfiles, así como las lluvias por falta de un mantenimiento anual y vigilancia.

Desmonte del yacimiento arqueológico de la villa romana del Roceipón (Incoado Bien de Interés Cultural, BIC) por la Junta de Andalucía, para su vallado por parte de uno de los propietarios de los terrenos.

Fragmentos cerámicos de El Roceipón

Ubicación de estructura circular con cerámica prehistórica (calcolítica) en bancales de Fuensalida, que corre peligro de destrucción por tareas agrícolas y obras del AVE.

Deterioros de descomposición de estructuras de las tumbas megalíticas del Barranquete, sin consolidar para su puesta en valor que no se ha llevado a cabo después de tres décadas de sus excavaciones.

 

 

 

 

 

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