Hay momentos en los que el proceso de investigación nos lleva a ocurrencias que, si hallamos algunos datos que las corroboren, podríamos plantear hipótesis sobre un acontecimiento histórico y, finalmente, demostrar o no la veracidad de nuestra idea. Muchas de estas ocurrencias no fructifican, mas, en este caso, al divulgarlas, nos ayudan a contextualizar y a distinguir entre hechos supuestamente sincrónicos.

Dos de estos hechos por su sorprendente coincidencia en el mismo año de 1776 es la existencia de dos sellos: el emblema de la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Vera, dibujado por don Antonio José Navarro López (descrito en este blog: 24-03-14), y el sello del escudo de Estados Unidos que se encuentra en el reverso del dólar estadounidense desde el año 1935.

Lo primero que se echa de ver en los dos diseños es su gran parecido, al contarse en ellos varios elementos idénticos o similares: la forma triangular central enmarcada en una orla circular, el gran parecido entre el sol protector con rostro que esparce sus rayos en derredor sobre el Cerro del Espíritu Santo y el ojo triangular de la Providencia (u ojo de Horus), con posibles vinculaciones masónicas. También es muy parecida la forma de los lemas y la coincidencia de la fecha de 1776.

El día de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, el 4 de julio de 1776, se estableció el primer Comité del Gran Sello, encargado de elaborar el emblema de esa gran Nación. Se designó a los artistas William Barton y Charles Thomson; sugirió el primero una pirámide de trece capas bajo el ojo de la Providencia. Su lema: «Deo Favente Perennis» (perenne –eterno- por el favor de Dios). Recordamos con un aire de sospecha el lema del de los Amigos del País: «Utilitati patriae undique foventi» (fomento de la utilidad de la Patria por doquier). Thomson hizo triunfar un lema de trece letras: «Annuit Coeptis» (Dios ha favorecido nuestras acciones). Se extrajo del poeta romano Virgilio (Eneida, libro IX, línea 625), «Júpiter Todopoderoso, favorece [mis] atrevidas empresas». Más abajo se añadiría: «Novus Ordo Seclorum» (el nuevo orden de los siglos).

Entiéndase esta nota mía como un divertimento. Una mirada curiosa al pasado que observa con admiración la belleza de hallar sugestivas coincidencias en las obras de los hombres, ampliar la mirada hacia la historia de otros lugares, centrarla en nuestra tierra e interpretar mejor nuestra vida. Por qué actúa así el ‘homo ludens’…

Es discutible que la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Vera albergara socios con vinculaciones masónicas; tenía un fuerte carácter clerical, empezando por el dibujante del emblema: el cura don Antonio José Navarro López. Sin embargo, no niego la vinculación de las Sociedades Patrióticas en sus inicios con esas ideas afrancesadas –un símil, quizá incómodo, sea cómo el fascismo ateo corporativista italiano se convirtió en España en un régimen oligarca, católico y socializante-.

¿Masones en Vera? Ha sido demostrado que lo fue el Alcalde Mayor don Juan Guillermo Monreal (1818-1821) (Libertinos, masones, subversión política e inquisición en los partidos de Vera y Mojácar: Causa inquisitorial contra su alcalde mayor, don Juan Guillermo Monreal. Antonio Guillén Gómez y Emilio García Campra –Revista Axarquía 4 y 7).

De lo que no nos cabe la menor duda es de que los Estados Unidos se han embarcado en atrevidas empresas, los haya amparado siempre la Providencia o no. Sin duda siguen representando el «nuevo orden de los siglos». Lo realmente importante es que, desde la mirada del materialismo filosófico, la Historia considere su Imperio como generador, como lo fue el español, y no depredador. Leyendas Negras aparte.

Y perdonen mi latín.

Manuel Caparrós Perales

Archivero Municipal de Vera

08-04-14