LA MISTERIOSA INSCRIPCIÓN DE LA ERMITA DEL ESPÍRITU SANTO DE VERA. PVD AD 1870

Elevando la mirada hacia el Cerro del Espíritu Santo, ubicación de la todavía por descubrir Vera Vieja, y rodeado de rocas sedimentarias, divisamos un habitáculo de apariencia vetusta, con puerta y ventanuco rectangular que parece mostrarse como un elemento totalmente natural inserto en el paisaje. La ermita del Cerro Espíritu Santo.

exterior

Su función inicial fue la de ser aljibe de la secular Ciudad en época musulmana. Llegados los cristianos, presumimos que siguió siéndolo, hasta su destrucción por el terremoto de 1518. Hay un debate sobre cuándo comenzó a utilizarse como ermita, si es que no lo fue desde un principio. Como certeza tenemos la noticia de que, durante la Guerra de la Independencia (1808-1812), sufriendo la epidemia de fiebre amarilla que segó la vida de 1500 personas en pocos meses, se utilizó como lazareto o lugar de cuarentena para los veratenses que sufrieron sus síntomas horribles hasta morir. En esos escritos de 1811 ya se la llamaba ‘ermita del Espíritu Santo’.

Con motivo de su reforma y acondicionamiento para albergar una sala de exposiciones en el año 2006-2007 me consultaron qué podían significar unas iniciales con fecha que se siguen leyendo en una de las paredes de ascenso al coro de la ermita -la cuestión de la estrella de ocho picos de la entrada es otro cantar-. La inscripción, realizada con una plantilla y de color negro, reza: P.V.D. AD 1870.

Investigando sobre la cuestión llegué a la conclusión de que corresponde a la expresión latina: PER VOLUNTAS DEI /DOMINI, «Por la Voluntad de Dios», «Según la Voluntad o permiso de Dios», «Dios mediante» o, simplemente, «Gracias a Dios». El resto de la inscripción, AD 1870: ANNO DOMINI 1870, es decir «En el Año del Señor de 1870».

Una interpretación jurídica nos llevaría a la adquisición de una propiedad con el ‘permiso del propietario’; una teológica: ya en las catacumbas romanas se encuentra esta referencia a la antigua expresión de Voluntad de Dios, cuando los cristianos tenían que esconderse para poder reunirse y orar, alabar y compartir el pan. Sus vidas estaban en peligro, porque en algunos momentos fueron perseguidos por los que poco tiempo después serían sus defensores al hacer sobrevivir su Imperio en la Iglesia Romana. Era una forma de pedir a Dios su protección.

altar

En este año de 1870 Vera es un municipio en el que una burguesía sólidamente establecida gracias a la minería comienza a dar a lo urbano una mayor importancia, proyectando obras como el nuevo edificio del Ayuntamiento, el Cementerio de San José, el Teatro Cervantes, la Plaza de Toros… Es muy posible que esta ermita entrase en esos nuevos planes regeneradores y, en este caso, tendentes a una necesaria recreación del pasado veratense. Puede que incluso estuviera reservada al culto de ciertas familias más pudientes.

Durante este año de 1870 hay un acontecimiento que puede ofrecer algo de luz para comprender mejor la inscripción (PVD): en las actas del Pleno se vuelve a hablar de fiebre amarilla (fol. 47) y se suspende la Feria al imponerse la cuarentena (se creía que algunos géneros procedentes de Barcelona eran la causa). En 1872 se habla de cólera morboasiática. A principios de ese año se ordena la construcción del nuevo cementerio de san José y se construye una capilla en él (1873). Y muere la esposa de don Ramón Orozco Gerez (Ana de Segura Burruezo). La sobrevivirá casi diez años más.

inauguración

El párroco de Vera en ese tiempo fue don Juan Romero Ramos; los presbíteros: don José Torres Cano, don Vicente Romi del Salto y don Pedro María Orozco Rosa. Beneficiado: don Antonio Caparrós.

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La tradición oral (léase Un soldado veratense en la Guerra de Marruecos, de Pedro Contreras Salas) nos informa sobre el uso que tuvo la ermita en el siglo XIX como capilla o templo dedicado al bautismo de algunas personas elegidas de Vera. Ni los libros de bautizo del Archivo Parroquial de Vera ni otros documentos han corroborado estos comentarios. La arqueología quizá sí: dentro del templo, en una esquina de la entrada se observa lo que podría haber sido la base de una pila bautismal o de agua bendita. Añadiremos como curiosidad que la capacidad del recinto puede albergar unas cien o ciento cincuenta personas. En el padrón de habitantes de 1872 llevan el tratamiento de ‘don’ o ‘doña’ 112 hombres y 105 mujeres…

Todo lleva a pensar que muchos veratenses, aun habiendo pasado dos o tres siglos desde el terremoto de 1518, seguían teniendo al Cerro del Espíritu Santo, el de la Vera Vieja, como un lugar sagrado donde murieron los primeros veratenses cristianos. Nos preguntamos entonces: ¿se realizaban en esa ermita ritos católicos complementarios a los realizados en la Iglesia Parroquial?¿Se realizaban ritos exclusivos?¿Por qué motivo?¿Por qué no se indicaba en los libros de bautizos de Vera?

pila

En el momento de demostrar la relación de esta ermita con el bautismo, hallaríamos una agradable vinculación casual entre los primeros bautizos que se realizaban en Roma y los de la Ermita del Espíritu Santo de Vera.

Manuel Caparrós Perales

Archivero Municipal de Vera

05-03-14

4 comentarios sobre “LA MISTERIOSA INSCRIPCIÓN DE LA ERMITA DEL ESPÍRITU SANTO DE VERA. PVD AD 1870”

  1. Querido Manolo:

    Al albor de dos lápices te escribo.
    El Cerro del Espíritu Santo, no es solo un montón de escombros y de ruinas inútiles, como tú ya sabes.
    El Cerro del Espíritu Santo es más que eso. Es el inicio de otra cosa, el origen de otro mensaje divino, que entre 1270 y 1300 aconteció allí.
    Las crónicas no leídas o estudiadas, nos indica que por esa época y edad, se pretendió dar un nuevo mensaje religioso, político y social, del que todavía hoy se está debatiendo entre los unos y los otros.
    El enclave de la Ciudad de la Vera antigua, es todavía un proyecto de estudio.
    Sus lugares de culto y de influencia para las ideas del pensamiento, de la religión y de las conductas sociales, se maduraron aquí, inspiradas por lo divino a los grandes hombres de la época.
    Las gentes de la burguesía que mencionas en tu anterior comentario, poseían más información, que la que llegaba al pueblo, por ello indudablemente, la Ermita del Espíritu Santo fue algo más que un lugar de culto, fue un lugar de reconciliación y de expiación de sus debilidades con la grandiosidad del Amor de Dios.

    Bartolomé Contreras

    1. Estimados amigos Bartolome y Manolo, nunca me dejáis de sorprender con vuestros hallazgos científicos en historia antigua de los antepasados de la ciudad de Vera, es bastante curioso y misterioso todo el legado religioso de la ermita del Espíritu Santo, lugar de devoción de muchos antepasados y mas cercanos a nosotros. Muchas gracias por revelarnos tan interesantes misterios y curiosidades en torno a la religiosidad de nuestros antepasados veratenses. Espero que en un futuro se lleve a cabo dicho proyecto y se pueda transmitir a través de un libro o quizás un ebook, que pueda ser leído por los lectores de la biblioteca pública municipal de Vera, formando parte del legado bibliográfico de la biblioteca.

  2. Hola. Estoy buscando información sobre mis abuelos veratenses Jose Manuel Caparrós Orozco y Margarita Carmona Gómez y sus antepasados. Le estaría muy agradecido si me orientara al respecto.

  3. Interesantísimo artículo de investigación. Cuantas veces he dejado volar mi imaginación al visitar la ermita…
    Una alegría extrema al comprobar su restauración y la posibilidad de poder seguir investigando.
    ¿Muchas gracias!

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