A raíz de esa interesante iniciativa, de un pequeño pero “aguerrido” grupo de veratenses, de recuperar en el municipio de Vera, con motivo de las Fiestas de la Patrona Stma. Virgen de las Angustias, lo que desde finales del siglo XVI y hasta principios del siglo XX, fue toda una tradición local: la celebración de una representación de Moros y Cristianos, quien suscribe, colaborador igualmente de ese incipiente “colectivo”, preocupado por recuperar el conocimiento de la historia real de la ciudad de Vera, y por ende, de la comarca del Levante Almeriense, se puso manos a la obra, a “bucear” en las siempre agradables aguas del devenir histórico, que tantas satisfacciones proporciona a quiénes, desde muy pequeñitos, además de la casi inevitable fascinación por el “mágico” balón futbolero, hemos tenido la inquietud y la pasión, por conocer los antecedentes, hechos, costumbres, culturas…, que en definitiva, han contribuido de forma poderosa, a moldear la personalidad, el carácter, las vivencias, de lo que hoy somos: una prolongación de ese “continuo” que ahonda sus raíces en los pretéritos tiempos.
Imbuido en esa febril actividad de investigación histórica, que arranca a principios del pasado mes de abril, pues, por decirlo gráficamente, hemos realizado una especie de travesía por el “túnel del tiempo”, con un recorrido apasionante por la historia de esta tierra, siempre dura y sedienta, centrado muy particularmente, en las formas vida durante los siglos XV y XVI, ya que el hecho capital que justifica la propuesta de recuperación de estas representaciones, lo constituye la incorporación al reino de Castilla, de Vera y el resto de poblaciones (en torno a unas 50) de la llamada “Ajarquía” almeriense, que se produce con la llegada al paraje de “El Real” de Fernando el Católico el 10 de junio de 1488. Así, en este trabajo de retrospectiva histórica, mis tardes, noches y algunas madrugadas, vienen estando ocupadas, por Órdenes Militares, adalides, alcaides, alfaquíes, gandules, alfaqueques, almogávares, ejeas, fieles del rastro, caballeros, peones, ballesteros, bombardas, ribadoquines, falconetes, espingarderos, castillos, atalayas, torres, batallas, “omes buenos y malos”, y un sinfín de personajes, escenas, colores, paisajes…, protagonistas todos, de la Frontera Oriental del reino nazarí de Granada con el reino de Castilla, donde se advierte, un incontrastable protagonismo histórico, de la Lorca cristiana, frente a la Vera musulmana, asentada en tiempos de la Reconquista en el cerro del Espíritu Santo, entonces coronado por una imponente Alcazaba, que de hecho supuso “el freno”, durante más de dos siglos, del expansionismo castellano, a costa del último rincón del Islam en Occidente.
En ese recorrido por nuestro pasado renacentista, llevado por esa inagotable curiosidad por conocer y saber más, también ha habido ocasión de acercarse al conocimiento de los aspectos literarios sobre los cuáles, ejerció su influencia esa realidad histórica del mundo fronterizo castellano-granadino; y así, estudiando la historicidad de algunos fragmentos de nuestro Romancero, aparece una especie de “hilo invisible” que nos conduce a la llamada “comedia de moros” o comedia morisca, y ante nuestros ojos una felicísima sorpresa: la CIUDAD DE VERA protagonista de una comedia del género de “moros”, escrita por el “Fénix de los Ingenios”, el justamente reconocido como uno de los “grandes” de la comedia de nuestro Siglo de Oro, LOPE DE VEGA, y como título de la obra del prolífico escritor: EL PRIMER FAJARDO.
Ante, por lo menos a nivel personal, tan “importante” descubrimiento, nos invade de inmediato, una especie de espíritu periodístico de investigación, con el planteamiento de varias preguntas: ¿estuvo Lope de Vega en Vera? ¿Por qué situó una parte de su comedia titulada “El Primer Fajardo”, en Vera? ¿Qué conocimientos podía tener el “Fénix de los Ingenios”, de estas tierras nazaríes, que fueron de las últimas en incorporarse a la Corona de Castilla?
Son preguntas que por ahora dejamos en el aire, animando a todos aquellos interesados por el mundo de la cultura en general, y el literario en particular, a que nos ayuden a encontrar las mejores respuestas, y volvemos al texto de la citada comedia morisca, cuyos versos más celebrados son los que a continuación transcribimos:
Como el alcaide de Baza,
Y Alcindo, alcaide de Vera,
Sus hijas, casan, Fajardo,
Y esta noche son las fiestas,
Vera está toda alterada,
Sus moros las armas dejan,
Y los jacos y las lanzas
Por música y tocas truecan.
En esta parte de la comedia, cuya génesis es muy interesante, existiendo dudas sobre la fecha en que fue escrita, aunque la mayoría de los estudiosos la fijan en torno a 1612, la temática de la obra, alude a un tema que puede parecer clásico: el rapto de la novia mora, pero que en este caso, puede estar inspirado en un hecho real, como lo fue el “robo de la novia mora de Serón”, acontecimiento ocurrido en una “entrada” por la frontera granadina realizada por cuarenta caballeros lorquinos, bajo el mando de un nombrado capitán Morata (el célebre episodio de Los Cuarenta) y que dejó todo un halo de leyenda para las futuras generaciones de la “Ciudad del Sol”. En la comedia de Lope, Fajardo, valeroso alcaide Lorquino, ante la noticia que le trae un confidente moro sobre la celebración de las bodas en Vera de los hijos de los alcaldes de Baza y Vera, acompañado de tres intrépidos caballeros que conocen y hablan el árabe, convenientemente disfrazados como nazaríes se introducen en Vera, y en la fiesta nupcial, haciendo el “paseo de la morisca, o de la danza de hacha”, se llevan en brazos a la novia y salen de la ciudad, descubriendo los moros, totalmente abstraídos por los bailes de la zambra, demasiado tarde el engaño:
Apenas salen de Vera,
Cuando a voces por el campo
Van diciendo “¡Viva! ¡Viva!
¡Viva el alcaide Fajardo!”
Conviene apuntar, aquí y ahora, que en esta comedia “lopesca”, no cabe guiarse por el rigor histórico de su contenido, rigor, que solo parcialmente interesa al “Fénix de los Ingenios”, para su construcción literaria, que Menéndez Pelayo califica y clasifica dentro de las crónicas y leyendas dramáticas de España, debiéndose tener en cuenta, que en la obra se dibuja, personificando en un solo protagonista, casi un siglo (cuatro generaciones) de un linaje histórico y heroico: el de los Fajardo murcianos, que desempeñaron los cargos de Adelantados del reino de Murcia, Alcaides de Lorca, y el control territorial y la influencia sobre una amplísima franja de territorio murciano (Mula, Pliego, Caravaca, Cartagena…), que ampliaron tras la ocupación castellana del reino de Granada, a tierras almerienses, dando lugar a la formación del Marquesado de Los Vélez.
Con independencia de su rigor histórico, nos interesa sobremanera esta obra, por la magistral fabulación que de los hechos reales, formula nuestro genial dramaturgo, acomodando los mismos, a los objetivos dramáticos que en cada escena se persigue, que es lo que de verdad interesa al autor: la ficción literaria, que convierte en arte el hecho real. Por lo tanto, en el Primer Fajardo, podemos advertir otra visión del mundo fronterizo castellano-granadino, la que surge del mundo literario, y en este caso, de un autor genial, del cual no tenemos datos que aseveren que anduvo por estas tierras, siendo por ello mucho mayor el mérito, al resultar fruto de una intuición innata, las formas en que se describen los hechos legendarios e históricos, los paisajes, los tipos humanos del espacio fronterizo, en incluso las hablas singulares de estas zonas de contacto permanente y por tanto permeables, de los castellanos murcianos y los nazaríes almerienses y granadinos.
Y aquí dejamos, por el momento, estas mínimas pinceladas, sobre tema tan interesante como es el que se refiere al universo literario de la comedia morisca, donde quería destacar la importancia histórica de estas tierras del Levante almeriense, y en concreto de Vera, dada su condición de “Iqlim”, esto es, de capital de distrito del Emirato granadino en la Frontera Oriental, cuyos ecos de su glorioso y afamado pasado nazarí, llegaron a alcanzar los oídos y la artística sensibilidad del llamado “FÉNIX DE LOS INGENIOS”.
Vera, mayo de 2014
Pedro López Soler (Secretario del Exmo. Ayuntamiento de Vera)