EL TERREMOTO DE VERA DE 1518: UNA VISIÓN HISTÓRICA. CONFERENCIA DE CÉSAR OLIVERA SERRANO

Conferencia de César Olivera Serrano, científico titular del CSIC, Instituto de Historia de Madrid. A las 20:30 horas en la Parroquia de la Encarnación de Vera, después de la misa en recuerdo de las víctimas del terremoto de 9 de noviembre de 1518.

Cartel elaborado por Javier Carmona Baraza

VIERNES, 9 NOVIEMBRE: CÉSAR JOSÉ OLIVERA SERRANO. (Científico titular del CSIC, Instituto de Historia. Madrid). El terremoto de Vera de 1518: una visión histórica César Olivera Serrano Doctor en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid (1984). Ha sido profesor del Departamento de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Madrid (1999-2001) y del Departamento de Historia Medieval en la Universidad Complutense de Madrid (1988-1999); becario postdoctoral del CSIC (1987-1988). Profesor visitante de la Universidad de Piura (Perú, 1985).
Líneas de investigación:
Sus publicaciones versan sobre diversos temas de historia política de los siglos XIV y XV, como relaciones internacionales, relaciones luso-castellanas, historia de las Cortes, historia de Galicia, castellología, etc. Situación actual: Científico titular del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) desde 2001, Instituto de Historia (Madrid). Publicaciones: 25 artículos de revistas, 33 colaboraciones en obras colectivas, 3 reseñas y 3 libros.
La conferencia de Oliver Serrano forma parte de las numerosas actividades que se desarrollaron durante la jornada del día 9 de noviembre de 2018.
Su exposición se basó en dar una explicación rigurosa a las causas y consecuencias que confluyeron en los numerosos episodios sísmicos que se produjeron en la Península Itálica e Ibérica durante los siglos XV y XVI, más concretamente en el reino de Granada, y, como fruto de esa situación de inestabilidad, las relaciones políticas exteriores con respecto al Imperio Turco a que dieron lugar.
El origen del interés del investigador por el terremoto de Vera surgió por un encuentro y por el encargo de un trabajo realizado para el Instituto Geográfico Nacional. Consistía en completar en la medida de lo posible la serie histórica de los sismos sufridos en España. Su misión lo llevó a dar con el filón histórico documental más rico sobre este asunto, custodiado en los archivos de Simancas y de la Biblioteca Nacional, sin contar con los documentos que ya se encontraban catalogados en el Archivo Municipal de Vera. La transcripción de dichos documentos convirtieron a nuestro investigador en el primero en investigar con detalle el terremoto de Vera de 9 de noviembre de 1518. Numerosos investigadores posteriores, para ampliar sus conclusiones, citaron y citan sus trabajos aún hoy, su labor abanderada.


En una primera parte de la conferencia se mostró a un interesado público la situación geográfica de los epicentros sísmicos de España y sus causas, encontrándose en las costas orientales y del sur de la Península sus núcleos más evidentes, consecuencia del choque de las placas euroasiática y africana. Esta sismicidad y vulcanismo característicos lo llevaron a la descripción de numerosas tragedias humanas vividas por los temblores. Ejemplos de episodios similares en el reino de Granada durante esos siglos XV y XVI nos permiten apreciar la similitud con respecto a Vera. Fuentes anteriores, musulmanas, también registran estas fricciones geológicas, pero con más parquedad que en las descripciones de las fuentes documentales cristianas.
Sufrido el terremoto de Vera de 1518, cuyas consecuencias desastrosas se vieron amplificadas por la elevada pendiente del cerro del Espíritu Santo en el que se encontraba la vieja ciudad musulmana de la Vera vieja, el alcalde mayor de Vera, Íñigo de Guevara, superviviente del temblor, y otras autoridades del concejo, comienzan a enviar cartas al Consejo de la Cámara de Castilla con el fin de que el monarca (Vera era tierra de realengo, por lo que el rey era responsable de su existencia y mantenimiento), Carlos I, enviara ayuda inmediata para la reconstrucción de la Ciudad de Vera. Finalmente, como todos sabemos, la Ciudad se construye de nueva planta, la Vera nueva, la del valle, construida “a una distancia de menos de un tiro de ballesta” desde donde solía emplazarse, siendo el corregidor de Baza y el resto de la Comarca, don Francisco de Castilla y Zúñiga, noble y poeta, personaje muy pintoresco del que es necesario saber más por medio de la investigación, la persona designada para diseñar esa ciudad fortificada renacentista compuesta por muralla, ocho torres, dos puertas, hospital, iglesia fortaleza, etc., que hoy todos conocemos.
Tras el terremoto los monarcas tienen muy claro que los ataques del Imperio Turco y la patente de corso adquirida por algunos personajes muy conocidos, como Barbarroja, van a comenzar a ser un serio peligro para la seguridad de sus reinos cristianos. Las fustas, barcos menudos pero ágiles a la hora de atacar desde puertos situados en el Magreb, van a ocasionar verdaderos momentos de terror en las costas del sur español. El rescate de cautivos va a suponer para los enemigos del reino de Granada una golosa fuente de ingresos y un verdadero reto para los monarcas españoles, cuyo plan para contrarrestar esos intentos violentos será conquistar numerosas plazas y puertos del norte de África desde los cuales neutralizar la salida de esas embarcaciones que ponían rumbo hacia la Península Ibérica.
Esas circunstancias para los vecinos de Vera, para los valientes que se atrevieron a quedarse después del terremoto (si huían perdían todo derecho a poseer la tierra que les había tocado en suerte en los famosos repartimientos de tierra y agua de los lugares conquistados en el sur de España), supusieron que su vida diaria fuese más penosa, si cabe, pues hasta la construcción de la nueva ciudad malvivieron en chozas, tiendas o en las mismas ruinas de la ciudad antigua, sufriendo los continuos ataques piráticos costeros, como el de 1522, deseando vivamente el término de las obras de la fortificación de la nueva ciudad de Vera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *