El día 26 de octubre de 2018, en el Salón de Usos Múltiples (Plaza Mayor), a las 20:00 horas, el profesor de Economía Andrés Sánchez Picón, ofrecerá una conferencia con el título: La Vera de Ramón Orozco. En torno a la declaración del estado de excepción en1844.
El catedrático de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Almería, Andrés Sánchez Picón, se encargó, el día 26 de octubre a las 8 de la noche, de continuar con el programa planeado por la Comisión del V Centenario del Terremoto de Vera y su ciclo de conferencias El Renacer de una Ciudad, ofreciendo a los asistentes la octava charla, dedicada esta vez a La Vera de Ramón Orozco. En torno a la declaración del estado de excepción en 1844, impartida en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Vera.
Fue presentado por el archivero del Excmo. Ayuntamiento de Vera, Manuel Caparrós, que justificó la inclusión de esta conferencia, junto con la anterior de Luque de Haro, sobre los movimientos poblacionales de la Tierra de Vera, asegurando que daría una visión de conjunto y «oxigenaría» la temática de ese siglo XVI y del terremoto de hace 500 años.
El profesor Sánchez Picón es doctor por la Universidad de Granada (1991) con la tesis La integración de la economía almeriense en el mercado mundial (1776-1936). Su actividad investigadora se ha organizado en torno a diversas líneas de trabajo relacionadas con la historia industrial, la historia ambiental o ecológica, la historia agraria, el desarrollo económico desde una perspectiva territorial, el análisis comparativo de los movimientos migratorios, el patrimonio industrial y la historia ferroviaria. Ha dirigido ocho tesis doctorales y varios proyectos nacionales de I+D, así como al equipo que elaboró el diagnóstico para un Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez. Cuenta con cuatro sexenios de investigación y ha sido Presidente de la Junta Rectora del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Se pueden contar en su currículo más de 80 artículos y colaboraciones en obras colectivas. Es autor de los libros: La minería en el Levante almeriense (1838-1930) (1983), El siglo minero (1991), Del mar al cielo: crónica de un viaje a Sierra Nevada (1881) (1994), Economía andaluza e historia industrial (1999) y Crisis y desarrollo económico (2013).
Comenzó Sánchez Picón recordando que sus antepasados fueron de Vera y de Garrucha, que fue profesor de Historia en el Instituto de Vera desde el año 1980 hasta 1993 y que guarda todavía relaciones de amistad con vecinos del Municipio. Encantado de poder volver al pueblo donde nació su hijo y de poder hablar por primera vez allí del objeto de su investigación, siguió afirmando que Ramón Orozco Gerez (1806-1881) fue un «terremoto» en la Almería del siglo XIX, tanto a nivel social como político y económico. Su primer contacto con el personaje lo obtuvo investigando en el Archivo Histórico Provincial de Almería, estudiándolo como exportador de plata en los años 1841-1843. La profesora de instituto de Vera, Ángela Cervantes, compañera de profesión, le facilitó una fotografía de su antepasado (realizada por el fotógrafo Rodrigo en el año aproximado de 1870), la única que se conserva de nuestro empresario, en la que queda de manifiesto su carácter duro y emprendedor.
Comenzó ofreciendo una visión general del siglo XIX español y del sureste, conceptos básicos de la política del momento y de la forma de entender esa labor, muy ligada a la economía y donde no era incompatible ser empresario y político o rico y revolucionario; Ramón encarnaba el proyecto revolucionario de la burguesía en Almería. El juego político de esos momentos era violento, nada parecido a lo que ocurriría a finales de ese siglo, y no se entendían los cambios sociales sin esa violencia, sin esos «ciudadanos en armas». Puso como ejemplo la rebelión de los coloraos en la Almería de 1824 y otras intentonas liberales y contra los grupos sociales reaccionarios, partidarios de la sociedad estamental.
Esta revolución liberal, en el caso de España se desarrolla entre 1808 y 1868, dividida entre moderados y progresistas (estos últimos, partidarios de que toda la soberanía descanse en el pueblo, sin compartirla con el rey), plantea que para triunfar en la Administración estatal no debía ser necesario tener un origen noble (exentos de pagar impuestos) o pertenecer a los estamentos sociales superiores.
Mediante un esquema general de los gobiernos y modelos de Estado en España en el siglo XIX (constitución de 1812, Restauración, trienio liberal, quiebra del absolutismo, regencias y reinado de Isabel II…) le dio pie a adentrarse en el ideal liberal, que podía resumirse en igualdad ante la ley e igualdad jurisdiccional, una nueva organización territorial más racional, ordenado y equilibrado, provincial, la abolición del diezmo de la Iglesia, oposición a los monopolios, incluso estatales, defensa de la propiedad privada perfeccionada, reforma fiscal y su control desde el Parlamento, libertad de empresa, abolición de gremios, derecho asistencial de las personas (no la caridad de los hospitales de la Iglesia), transformaciones urbanas (derribo de antiguas murallas, construcción de cementerios fuera de las iglesias, saneamiento de las ciudades, …), abastecimiento de agua potable, etc. La fuerza de choque del partido liberal era la milicia nacional de cada lugar y por medio de ella se intentaban aplicar sus reivindicaciones.
El padre de nuestro político fue Juan Antonio Orozco López (Alcalde de Vera durante el período liberal), y su madre Josefa Gerez González. Era un comerciante, liberal acendrado, acusado despectivamente por la familia reaccionaria de los Leoneses de Vera como «regatón» o pequeño comerciante, excluido de la política local por su origen social. Seguramente se enriqueció con negocios lícitos e ilícitos (contrabando) y falleció en 1831 habiendo amasado una importante suma de dinero. La familia tuvo tres hijos: Francisco, Juana y Ramón. El primero fue Alcalde de Vera y de Almería. En el bienio progresista ordenó derribar la muralla de la ciudad de Almería (seguramente con obreros de su fundición venidos de Cuevas, Vera y Turre) y abrió nuevas avenidas, labor facilitada por la desamortización que Ramón Orozco emprendió.
Ramón casa con Juana Segura Berruezo y fue un matrimonio (1824) muy prolífico (tuvieron 11 hijos). Su hijo Manuel fue Alcalde de Almería durante el sexenio revolucionario. Al morir su padre en 1831, Ramón se hizo cargo del negocio del padre, comercios y un almacén de hierros situado en Garrucha procedentes de un centro siderúrgico de Málaga (representantes de las casas malagueñas). También será liberal como su padre y en el año 1835-1836 es uno de los organizadores de la Milicia Nacional de Vera y de la provincia de Almería que acude a Vélez Rubio a enfrentarse a un militar carlista, llevando con él a un jovencísimo José Salamanca y Mayol (el marqués de Salamanca, la mayor fortuna del siglo XIX español), de origen malagueño, entre los que surgirá una amistad clave en estos momentos.
Crean un núcleo de jóvenes liberales en Vera (Jacinto, Ballesta, Campoy, Granados…); el profesor Sánchez Picón leyó algunas de esas cartas personales de su relación epistolar. Se conservan las dirigidas por parte de José de Salamanca a Ramón Orozco y se desprende de su lectura que Ramón Orozco prestó a José Salamanca una cantidad importante de dinero (unas decenas de miles de reales), gracias a la cual comenzará su ascenso social y económico, reflejándose en las últimas misivas su distanciamiento. De esta amistad surgieron decisiones políticas clave. Salamanca fue Alcalde Mayor de Vera en los años 1835-1836. En 1837 pasa a ser diputado en Cortes por la provincia de Almería y en los fragmentos leídos de esas cartas se presume que fue Ramón Orozco la mano que encumbró políticamente a José. A cambio, Salamanca le ofrecerá su apoyo para el futuro (… «y no deje de disponer de su mejor amigo…»). Un mes después le asegura que no ha podido hacer nada para que fuese elegido como recaudador de contribuciones para el partido de Vera. Sin embargo, añade que el juez de Vera de ese momento sería separado de su puesto y, si no era él mismo el que volviese, lo haría otro joven juez que atendería debidamente a sus intereses… Poco tiempo después le informa de que está asegurada la caída del jefe político (Gobernador Civil o Subdelegado del Gobierno) y el Comandante General de Armas. En 1838 cambia el tratamiento entre estos dos hombres. Se nota ya un cierto distanciamiento y cierta exigencia por parte de Orozco para que le devuelva el préstamo que le hizo hacía unos años. A finales de 1838 alega que no puede devolvérselo.
Más tarde, en 1840, el partido liberal se escinde entre los moderados y los progresistas y Salamanca se alineará entre los primeros (partidarios de una mayor participación de la monarquía); Orozco, entre los segundos (soberanía nacional para el pueblo, avanzar en la desamortización, etc.).
En 1838-1839 se produce el acontecimiento económico más importante en la Comarca y en Almería: el descubrimiento minero del filón de plomo argentífero de Jaroso (Sierra de Almagrera), posibilitando la apertura de miles de pozos mineros a lo largo de 12 kilómetros lineales. Y se abren las primeras minas: ‘Virgen del Carmen’, ‘Esperanza’, ‘Observación’, …
Orozco intentó explotar la mina Observación. Las acciones o participaciones y su venta provocaron una auténtica burbuja económica. 69 millones de reales fue la cantidad de dinero que se movió durante el año de 1840, algo realmente sorprendente a nivel nacional. Una inusual acumulación de beneficios.
A esa riqueza hay que unir el negocio que Orozco supo crear a través de fundiciones de metal situadas a lo largo de la costa, con claros ejemplos como los de Garrucha.
Esa burbuja acabó estallando, lo que unido a la gran fragmentación de la propiedad minera, a la enorme sed de combustible para fundir el metal (carbón, madera…) y a la dificultad por extraer el agua que comenzó a surgir en ellas, imposibilitando seguir horadando, terminó por abortar ese intento de industrialización en el sureste español. Así, muchos se enriquecieron y otros se arruinaron, provenientes de otras provincias como Málaga, Murcia, Barcelona, …
El profesor siguió describiendo una situación concreta del equilibrio de fuerzas de la política y la economía de la época, valiéndose de un mapa de la sierra de Almagrera del año 1845 en el que se mostraba la parcelación de las propiedades mineras (proporcionado por Enrique Fernández Bolea), de unas 200 varas o hectárea y media cada una. El conflicto surgió respecto a un pozo no delimitado propiedad de unos vecinos de Lorca, con accionistas de toda la comarca dueños del pozo de la ‘Estrella’. Todos luchaban por ese terreno. Orozco se propuso que diesen a los de Lorca perímetro para su pozo de la ‘Ascensión’. La Dirección General de Minas apoyaba a los lorquinos y Orozco y los suyos se apoyan en el jefe del Estado, el regente Baldomero Espartero. Por medio de un Real Decreto y la intermediación del Tribunal Supremo acaban dando el apoyo y la demarcación al pozo de la ‘Estrella’. El profesor mostró un documento en el que se indica que los accionistas de la Comarca han recaudado 6 millones de reales, que sirvieron, supuestamente, para inclinar la balanza a su favor… Este capítulo nos habla de la gran influencia que tenían estos personajes almerienses en Madrid.
Después de estos capítulos Ramón Orozco construyó las hoy llamadas casas palaciegas, que en el perfil de la imagen urbana de Vera compite con la Iglesia y el poder civil del Ayuntamiento.
En Garrucha construye la fundición ‘san Ramón’. En 1858 la convierte en un centro siderúrgico de hierro, y no sólo para extraer la plata. Además, en Almería, cerca la puerta de Purchena, poseía un almacén de hierro y acero, aparte de numerosos terrenos en esa ciudad. Siendo su hermano Alcalde aumentó sus propiedades.
Mediante un gráfico, el profesor nos ilustra sobre el peso económico provincial de Ramón Orozco, con un negocio valorado en esa época en 6 millones de reales. De las cinco mayores empresas industriales de Almería, Ramón participaba en tres de ellas, tal era su poderío económico e influencia política.
También queda resaltado en el listado de los mayores contribuyentes en impuestos por la contribución territorial. En 1872 y 1875 este jefe del partido progresista era el mayor de ellos. En una lista comparativa de constribuyentes y fortunas territoriales en España, Orozco era el primero de Almería, en la lista de Granada sería el tercero, en Andalucía quedaba en el puesto 96, y en España en el 198.
En 1872, cuando muere su mujer, podemos hacernos una idea de su fortuna al tener posibilidades de leer el inventario de bienes que se elabora. Su valor ascendía a un millón novecientas once mil pesetas, destacando sus fincas rústicas y urbanas en Antas, Vera, Turre, Mojácar… Conservaba además las acciones mineras, sociedades de aguas como las de ‘Fuente Nueva’, ‘Abundancia’, ‘Cuatro Fuentes’…
Entrando en la cuestión de su participación en el Estado de Excepción de 1844 y en cómo se pierde su vínculo con Vera, es necesario tener en cuenta que durante la caída de Espartero la situación política vira hacia los moderados, y los progresistas se levantan en Alicante y Cartagena, y el ejército interviene. En ese contexto de lucha contra esas ciudades portuarias con las que Vera tenía mucha relación por su comercio marítimo e industrial, se produce el cese del juez de primera instancia de Vera y el capitán militar de infantería llega a ella en febrero con sus tropas dirigiéndose hacia Cartagena y Alicante. Mas, el día de san Juan de 1844 hay una asonada en Vera. Se levanta la milicia nacional veratense promovida por Orozco y el comandante general llega con una partida de caballería a poner orden en la ciudad, declarando el estado de excepción y exigiendo el desarme de dicha milicia. La consecuencia es que el diputado Ramón Algarra, es detenido. Francisco Orozco solicita su traslado a Almería dos meses antes y parece que en esa época Ramón se exilia en Marsella. En el 46 ya está por aquí de nuevo y comienza a vincularse más a la ciudad de Almería, a Huércal de Almería y a su finca de la Alparata de Mojácar, aun a pesar de seguir teniendo en Vera y otros lugares sus tierras, aparceros, etc.
El último fogonazo público de Ramón Orozco se produce en 1868, durante la sublevación Gloriosa, iniciada en Cádiz. El que encabeza la Junta Revolucionaria en Almería en ese momento es Ramón Orozco. Estas Juntas asumían toda la autoridad; era el mismo pueblo soberano. Desde Madrid se intentó desactivar esa Junta, sin embargo, Orozco ya no es un burgués tan revolucionario y apela al orden a los ciudadanos de Almería, «población sensata y liberal». Aires políticos nuevos entran en España y van más allá del programa liberal, y eso para ellos empieza a ser peligroso. Hablamos del internacionalismo obrero, de la publicación en 1848 del Manifiesto Comunista, de la edición de El Capital de Marx en 1864…
Fallecida su mujer renuncia a su acta de senador y se refugia en Mojácar.
Terminada la ponencia, durante el turno de preguntas, varios espectadores del público (Enrique Fernández Bolea, Pedro López Soler, Víctor Luque de Haro o Ricardo Alba) vieron sus preguntas resueltas, siendo planteadas las dudas, por ejemplo, sobre el traslado del juzgado de primera instancia e instrucción a Cuevas del Almanzora desde Vera, justo en los años en los que Ramón Orozco estuvo exiliado de Vera, contestando Sánchez Picón que, efectivamente, la clave de esa época estaba en el control político de los juzgados, y que los cercanos controlados por moderados también pudieron tener intereses en que se trasladara a sus municipios para, de la misma manera, ejercer su poder sobre ellos, no existiendo una verdadera división de poderes como la actual. Controlar a los jueces era controlar los contenciosos en relación con las minas, las tierras, etc.
Andrés apuntó que, posiblemente, el olvido de los Orozco en Vera tenga que ver con la influencia que Ramón tuvo en la segregación de Garrucha respecto a aquella. Se describe además otro capítulo sobre el enfrentamiento que se produjo entre la milicia nacional de Vera capitaneada por Ramón Orozco y la Dirección General de Minas y su inspector desde Lorca, que tenía control sobre la comarca del Almanzora y guardaba los intereses de Murcia. En Jaroso, el escribano de la Dirección General de Minas se presenta allí con cuatro milicianos nacionales de Lorca y llegan a la cortijada de Los Lobos. Abellán, Alcalde de Cuevas, se encuentra en ese mismo lugar, junto con Ramón y Francisco Orozco, Alcalde de Vera, al frente de la milicia nacional. Y en esa lucha de atribución de funciones, finalmente hubo un enfrentamiento violento entre los dos grupos, denotando lo siguiente: el Estado liberal aún no estaba asentado y costaba mucho que llegara la autoridad del Gobierno a estos lugares alejados. La guardia civil, recientemente creada, aún no se había extendido demasiado en el territorio nacional.
Las siguientes dudas de los oyentes iban encaminadas a que se explicara por qué ese primer intento de industrialización del sureste no echó raíces en Almería, dando como respuesta que la excesiva compartimentación de la propiedad de las minas o la escasez de combustible para la industria (madera para las fundiciones) hicieron que quedara abortado el intento de desarrollar estas tierras. La familia de Orozco, en cambio, sí aprovechó esa minería para seguir enriqueciendo el patrimonio que heredó de su padre, consiguiéndose al final un balance positivo en las cuentas del liberal. ¿Y en qué se asemeja ese liberalismo con el liberalismo político actual? En la defensa de la iniciativa privada y la de una presión fiscal baja, defensa de la propiedad privada y el libre mercado.
Terminada la ponencia el Alcalde de Vera, Félix Mariano López Caparrós, y la Concejala de Cultura, Isabel María de Haro Ramos, agradecieron a Andrés su amena charla y le obsequiaron con la entrega de una jarra de cinco picos, pieza alfarera típica de Vera.
Manuel Caparrós Perales
Archivo Municipal de Vera
Me parece genial y siento una pena muy grande no poder estar en un evento tan importante, un gran historiador y un personaje tan desconocido como D. Ramón Orozco.