CONFERENCIAS MOROS Y CRISTIANOS VERA 2018

Mostramos las conferencias de temática histórica que se impartirán en el Convento de la Victoria de Vera con motivo de la celebración de Moros y Cristianos de Vera 2018.

31 de mayo: Ánchel Conte Cazcarro. Catedrático de Historia de enseñanza media, investigador y escritor de reconocido prestigio. Los moros de Huesca: el mundo que pudo ser en Bayra.

Exposición sobre el mundo mudéjar y morisco de Huesca, marco histórico totalmente diferente del sureste peninsular. Tomada como excusa, la comparativa aborda los modos de vida en la Aljama de Huesca desde un punto de vista político y social. Cristianos y moros convivieron allí por espacio de cuatro siglos en los que hubo una auténtica y fructífera relación entre comunidades, alentada por la corona aragonesa (era económicamente rentable para ella) y vista con susceptibilidad por la Iglesia católica.

6 de junio: Luis Cano Rodríguez, arquitecto. Por el Camino Enmedio. De la Ciudad de Vera al Lugar de Antas y viceversa.

El día 6 de junio de 2018 un numeroso público pudo disfrutar de otra de las actividades dirigidas y organizadas por la Asociación de Moros y Cristianos de Vera en su V edición. Esta vez se trató de la conferencia del arquitecto, doctor antense y vecino de Vera, Luis Cano Rodríguez. La temática: el origen urbanístico de ese pueblo de Antas fundado por los moriscos tras su expulsión del fuerte veratense de la Vera vieja. El título: Por el camino Enmedio. De la ciudad de Vera al Lugar de Antas, y viceversa.

El ponente fue presentado por el Secretario del Excelentísimo Ayuntamiento de Vera, Pedro López Soler, y por el Alcalde-Presidente del municipio, Félix Mariano López Caparrós.

De formación académica iniciada en Sevilla, además de haberle sido concedidos numerosos premios sobre planeamiento urbanístico, entre los que destacan su participación en el Planeamiento Urbanístico de Sevilla, premio Arco de rehabilitación 2002-2003 (convento de la Victoria), equipamiento en el parque industrial del Real de Antas, obra seleccionada en la X Bienal española de Arquitectura y Urbanismo 2009, se interesa, en las últimas décadas, en el desarrollo histórico de ciertos poblamientos, como el de la Vera musulmana o la de Antas.

Cano Rodríguez comenzó explicando la importancia de ese cordón umbilical que une los pueblos de Antas y Vera, como es el llamado Camino de Enmedio, la senda más corta entre estos dos puntos para unos mudéjares que, después de ser expulsados de un segundo recinto amurallado cedido a los musulmanes (hipótesis personal) de esa Vera vieja conquistada en junio de 1488 por los cristianos, y fundar Antas, debían conservar costumbres hasta su bautizo obligado en el año 1505, convirtiéndose en moriscos. La pretensión de su estudio en este caso es analizar el desarrollo al que ha llegado la Antas actual para ir “quitando capas, como a una cebolla”, hasta llegar a la hipótesis de su traza primigenia, la de aquellas primeras viviendas de los vecinos moriscos del siglo XV y XVI.

Y es que, si ha habido varios investigadores que se han preocupado por la historia de Antas (Mari Carmen Rodríguez Gerschwitz, Gabriel Martínez Guerrero…), no ha ocurrido lo mismo con las referencias cartográficas; escasean, hasta el punto de no tener imágenes o planos del trazado de Antas hasta finales del siglo XIX y principios del XX (plano para el alumbrado público de Antas en 1910, vuelo americano de 1953, etc.). Eso obligó a nuestro ponente a estudiar la reconstrucción del poblamiento a partir de las fuentes escritas conservadas en varios Archivos, entre los que se encuentran el municipal de Antas y el de Vera. La fuente principal: el libro de Apeo o de Repartimiento de Antas de 1573 y el volumen para Antas del Catastro de Ensenada de 1752.

Comparado con el modelo de implantación urbanístico de la Vera nueva, renacentista, Antas tuvo un desarrollo y crecimiento orgánico, con un trazado irregular, de “mancha de aceite”. Ese trazado sobrevivió a la confiscación cristiana de su tierra de realengo y a su repartimiento a partir del año 1573, con un número de 117 casas, 120 hectáreas de regadío y 600 de secano. Esos 62 vecinos venidos de Murcia y de Albacete pronto huirán (excepto 9) debido a la escasez y los peligros de estas tierras y serán los vecinos de Vera más pudientes los que, desoyendo la condición de que el nuevo colono no podía ser del reino de Granada, tomarán esas propiedades abandonadas de Antas, casi seguro que heredándolas el hijo segundón de cada familia. ¿Sus apellidos?: Teruel, Ávila, Cano, García y Campoy. Sus propiedades se legalizaron en 1595 al flexibilizarse esas condiciones. Una cierta autonomía política concedida por Felipe II respecto a Vera hará que poco a poco Antas siga su propio camino, hasta la independencia definitiva de su madre nodriza, Vera, en 1812-1823.

El siglo XVII fue de estancamiento poblacional, como casi en toda España, contándose sólo 60 ó 70 vecinos, que sólo dejaron de asistir al oficio de su antigua iglesia (la mezquita heredada) en 1693, cuando se construye la nave central de la iglesia de hoy (por Juan González).

A finales del siglo XVIII hay cierto desarrollo de la economía y la población llega a los 160 vecinos (165 casas). La Sociedad Patriótica de Amigos del País de Vera y su jurisdicción tuvo algo que ver al intentar potenciar algunos productos naturales y su exportación; el cura y beneficiado de Antas perteneció a ella.

En el diccionario de Miñano de 1828 se cuentan 400 vecinos; Madoz contaría en 1842 unas 318 casas urbanas y 206 situadas en el campo. 575 vecinos; 2300 habitantes.

A mediados del siglo XIX, tras el descubrimiento del filón de plata de Jaroso (1838) en la Sierra de Almagrera, los nuevos ricos van a invertir en el agua para riego y en las obras hidráulicas para la traída de esas aguas hacia sus amplios latifundios de frutales, sobre todo las referidas al Cabezo del Moro. Esa decisión, tomada entre otros por Ramón Orozco Gerez, hará que esas aguas, que habían sido comunales y de uso público, se privaticen y comience una auténtica lucha por el agua entre las dos poblaciones hermanas. Así, se fundan las Sociedades Hidráulicas de Amigos del País (presidente, Ramón Orozco), la Sociedad de las Tres Fuentes, etc. Ese control sobre el agua hará que la población se estanque de nuevo hacia ese final del siglo XIX. La creación del Colegio de san José en los años 20 gracias a las Hermanas de la Caridad es un ejemplo de ese esfuerzo por educar a la población para intentar salir de esa situación.

Ese siglo XX trae por fin numerosa cartografía sobre la villa de Antas (desde el plano de Luis Badía, 1910) y nos informa sobre las obras de planeamiento de ella, sus primeros puentes y carreteras que evitarán el colapso urbanístico hasta la incipiente expansión de la población más allá del casco histórico a partir de los años 70, que se verá reflejado en las 24 hectáreas ocupadas por la población urbana referenciadas en las Normas Subsidiarias de 1988.

Llegado a este punto, Luis Cano inicia esa acción de “quitar capas” a la Antas actual hasta llegar, por medio de un estudio pormenorizado y concienzudo, a la primigenia fundada por los mudéjares a finales del siglo XV. El instrumento para esa reconstrucción ha sido el catastro de Ensenada de 1752; un complejo puzle (una especie de sudoku, en palabras del autor) que toma como referencia los nombres de los propietarios que lindaban con las casas que se describen en el mismo, los tamaños de los habitáculos, el número de vecinos por calle, etc. El resultado: ante nuestros ojos, su flamante hipótesis: la imagen del plano del enclave mudéjar iniciado en 1490, aproximadamente.

En definitiva: el camino de Enmedio sirvió tanto para dirigir a esos mudéjares a su nuevo hogar en 1496 y de nexo de unión entre los dos núcleos de población hasta 1569 y, a partir de ese año, a pesar de haber ayudado a los vecinos veratenses cristianos a defenderse de las huestes de Abén Humeya durante el cerco de Vera, como camino de vuelta para ser expulsados hacia la costa y hacia África. Una bella conclusión poética añadida a la bella simetría geométrica de algunos espacios.

El arquitecto terminó añadiendo una reflexión sobre la convivencia de los vecinos de la Comarca y sobre la necesidad de que se trabaje conjuntamente para conseguir metas que beneficien a todos por igual.

Las autoridades presentes le ofrecieron varios regalos en agradecimiento a su intervención.

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