VERA SE DISGREGA
En el año 1488 la Tierra de Vera tenía una extensión de 1700 km², frente a los 58 actuales. Incluía Vera, Antas, Bédar, Serena, Zurgena, Teresa y Cabrera, Pulpí, Cuevas del Almanzora, Portilla, Huércal y Overa y las casas de pescadores de Garrucha.
A partir del siglo XVI Vera perderá territorio progresivamente por varios motivos. El principal de ellos tiene que ver el fin de la principal razón de su creación: ser la defensa militar de su alfoz. Desde que desaparecen los peligros de la costa y se retiran los franceses, los núcleos poblacionales ya no necesitan a Vera para la defensa de sus poblaciones, con la excepción del desembarco y pillaje de los cantonalistas en el año 1873.
Los Reyes Católicos dieron Cuevas del Almanzora al primer marqués de los Vélez (Pedro Fajardo y Chacón) en el año de 1503, con lo que es la primera población que se desgaja de ella.
Aunque nunca tuvo las villas de Huércal y Overa, sí es cierto que durante más de un siglo las compartió con Lorca, en función de una especie de derecho de explotación de sus pastos, iniciándose en el año 1511 un pleito jurisdiccional contra ella que duró varios siglos, aunque en el año 1668 la villa ganó su independencia.
Teresa y Cabrera pertenecieron a Vera desde el año 1510, en el que, por su despoblamiento y tras el miedo de los cristianos a vivir allí por haber sido capturados algunos por los antiguos moradores moriscos y vendidos en África, la Corona vendió el terreno a la ciudad. Tras la guerra de los moriscos y su consiguiente despoblación, Vera decide arrendar las alquerías a la familia de Leonés, que se apropian de más territorios, frente a las denuncias de Vera. En 1837, tras acogerse al artículo 310 de la constitución de 1812, se traspasa a Turre la jurisdicción. Algo parecido ocurre con Antas: la constitución de 1812 permitía la creación de Ayuntamientos si la población tenía más de 1000 habitantes. Viejos conflictos con Vera por la cuestión del agua para riego fueron el detonante para hacerse efectivo.
Pulpí, en 1862, consigue su independencia definitiva tras aumentar su población y su riqueza tras el descubrimiento del filón de Jaroso en el año 1838, añadiendo que la excesiva distancia desde Vera fue el factor fundamental de ese capítulo.
Garrucha se segrega en el año 1861. Los motivos tienen que ver con la riqueza que se empezó a disfrutar en la barriada pesquera tras el auge de la minería y las influencias en Almería y en las Cortes de Ramón Orozco Gerez, terrateniente y empresario minero veratense que creó varias fundiciones de hierro, plomo y plata en la costa.