La consejera de Educación en funciones, Sonia Gaya, ha entregado hoy en la Casa de la Provincia de Sevilla el Premio «Educaciudad 2017” a la delegación veratense encabezada por la concejala de Educación, María Montoya cómo uno de los municipios distinguidos por sus buenas prácticas educativas. El objetivo de este galardón es reconocer la labor realizada por el ayuntamiento durante los últimos cuatro años en ámbitos como la prevención del absentismo escolar, la lucha contra el abandono y el estímulo de la continuidad en los estudios postobligatorios, así como favorecer la formación a lo largo de toda la vida.
Durante su intervención, la consejera ha felicitado a Vera y al resto de municipios que desde hoy son reconocidos como entidades comprometidas activamente por la educación y ha destacado la importancia de la colaboración entre instituciones para avanzar en ámbitos significativos para el éxito educativo de los jóvenes como son los procesos de aprendizaje, la innovación o el fomento de valores como la igualdad, la convivencia o la inclusión social.
Estas menciones se conceden con la finalidad de estimular y difundir las buenas prácticas educativas desarrolladas por los ayuntamientos andaluces y se otorgan a aquellos que se distinguen por su compromiso con la educación en Andalucía. En esta edición han sido diez los municipios distinguidos a nivel andaluz, de los cuales sólo dos corresponden a la provincia de Almería, Vera y Viator.
Vera recibirá un premio de 8.000 euros, para la realización de proyectos o actuaciones encaminadas a mejorar las prácticas educativas. La distinción concedida se mantendrá durante cuatro años, tras los cuales los municipios podrán solicitar la continuidad del reconocimiento por otro periodo similar. El propósito de la Consejería de Educación es la apertura de procesos de participación social y que la educación se asuma como el valor principal para el cambio y el progreso de las ciudades y pueblos andaluces.
Entre los parámetros evaluados para la concesión de los premios figuran la coordinación de los servicios municipales y el tejido empresarial para mejorar las competencias básicas y ciudadanas, teniendo en cuenta el impacto educativo de todas sus actuaciones; la adopción de medidas para favorecer la accesibilidad y la seguridad de los centros, así como la formación dirigida a fomentar el capital cultural de las familias para mejorar su implicación en el proceso educativo. Una especial relevancia ha sido otorgada a las actividades dirigidas a colectivos en riesgo de exclusión social y la potenciación de la escolarización del alumnado del ciclo 0 a 3 años, mediante la creación de escuelas infantiles.
Los proyectos premiados han destacado también por la existencia de programas de coordinación de los centros educativos para impulsar proyectos que mejoren la cohesión social, la utilización de las instalaciones escolares para la realización de actividades educativas, culturales y deportivas, al igual que la promoción de hábitos lectores e integración de las TIC en el municipio, proporcionando las infraestructuras necesarias para garantizar el acceso a las mismas. En esta línea destacan las estrategias desarrolladas entre los ayuntamientos y las familias para prevenir y erradicar el absentismo y el fracaso escolar.
El alcalde de Vera, Félix López, remarcó que “el objetivo que persiguen los gobiernos locales es la promoción del desarrollo integral de nuestros pueblos y ciudades pero desde una base; y esa primera premisa es la educación que permite impulsar el desarrollo humano y sostenible y generar una economía al servicio del bien común”.
López apuntó que “los proyectos educativos de ciudad son iniciativas, programas, proyectos y apuestas que surgen desde el ámbito municipal y ofrecen la respuesta de los municipios a muchas inquietudes y demandas de los vecinos por eso desde los Gobiernos locales procuramos crear espacios abiertos para la educación y la formación con el fin de formar a la ciudadanía”.
En definitiva, apuntó el alcalde de Vera, “tenemos que enfocar la labor educadora en función de lo que la sociedad espera de ella mediante unas normas éticas, la imparcialidad política y la capacidad crítica. Tenemos que educar para una participación activa en la sociedad democrática y apoyar los cambios que propicien un desarrollo sostenible”.
