El Convento de la Victoria de Vera se trasformó el pasado miércoles en tribuna oratoria y salón de concierto en un acto organizado por la Comisión del V Centenario del Terremoto de Vera, con el protagonismo del guitarrero Antonio de Torres Jurado, almeriense universal y vecino de Vera durante 18 años, en cuya figura convergieron la conferencia ‘Antonio de Torres en Vera y el origen de la guitarra española. Charla sobre la réplica de la guitarra de Torres’, dictada por el luthier Joaquín Pierre, con posterior concierto de música clásica para guitarra a cargo de Pedro Miguel Ridao Navarro. Al mismo tiempo se inauguró la exposición de herramientas originales empleadas por los carpinteros de Vera en el siglo XVII y, entre ellos, el propio Torres.

Como ya es habitual en este tipo de actos, Manuel Caparrós, archivero del Ayuntamiento de Vera, presentó la charla argumentando tres razones por las cuales se justificaba el evento. La primera coincide con los 200 años que se cumplieron en 2017 del nacimiento de Antonio de Torres, en Níjar, 1817. La segunda motivación radica en su estancia en Vera como vecino. Efectivamente, Torres y sus padres, en 1829 se instalan en Vera. Allí casa con la veratense Juana María López Pérez (1835) y tienen tres hijos, María Dolores, Josefa María y Juan Manuel. Los dos últimos fallecen y en el año 1839 le embargan al carpintero todas sus herramientas por impago de impuestos. Residió, según los documentos de archivo, en las calles Ancha, en la calle Nueva y de la Tahona (hoy de Diego Caparrós). La biografía escrita por Norberto o Romanillos nos informa de que en el año 1847 ya está en Granada y en Sevilla, momento a partir del cual se le conoce por la fabricación de guitarras. En este momento crucial Pierre hipotetiza sobre la posibilidad de que Torres se hubiera formado ya en Vera como guitarrero, cerca de otro constructor veratense nacido en 1820, Pedro Ximénez de Soto, cuyas guitarras comenzarían a comercializarse desde Vera hacia otros puntos.

El tercer criterio tenía que ver con la presentación de la guitarra que el luthier Joaquín Pierre ha elaborado para el Ayuntamiento de Vera, mostrada al público para su disfrute y colocada en un soporte vertical. En adelante se pondrá a disposición de cualquier concertista que desee dar un concierto con ella. Una buena inversión de futuro.

Joaquín Pierre, bohemio, apasionado y sentimental, monitor formador a media jornada en la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental -FAISEM-. En la otra media jornada se dedica a la construcción de guitarras, a la investigación y, en general, a todas las materias relacionadas con el Patrimonio Histórico en materia arquitectónica, imaginería, edificios singulares, etcétera.

Desprendiendo esa energía y pasión que le caracteriza, comenzó hablando de su empeño, contrario a la biografía oficial del guitarrero: de Torres ya comenzó a construir guitarras en Vera y ello abrió un camino comercial que otros guitarreros locales continuaron tras la marcha de don Antonio a Sevilla. Como se ha demostrado en el Archivo Municipal de Vera, en las cargas de los barcos que atracaban en la costa se encontraban, desde que hay registros (1833 a 1843), tablas de madera de pino y de otro tipo de árboles que llegaban al Municipio. La misma vía marítima podría haberse utilizado para la exportación de las guitarras. Y es en estos momentos cuando el artesano se forma con el resto de los carpinteros de Vera y comienza a experimentar con la madera y con el sonido. Fruto de esa interpretación sobre la vida de Torres es la guitarra sobre la que nuestro conferenciante ha investigado y trabajado, la bautizada por él mismo como FE 21X, un híbrido entre las guitarras antiguas de pequeñas proporciones, románticas y de escasa sonoridad, y las propiamente construidas por Torres años después, con unas medidas ya muy parecidas a la guitarra española actual. La FE 21X es, en este sentido, “el eslabón perdido”, digamos, entre los dos períodos musicales. Es de destacar, describiendo la guitarra de Pierre, que lleva un clavijero de madera, instalados con anterioridad a los actuales metálicos y que de Torres también montaría más tarde. Esa característica y otras, como la de no tener cejuela de hueso en el puente, sus pequeñas proporciones, ese sistema interior de barras en abanico o su escaso peso, le dan la especial sonoridad que los oyentes pudieron comprobar en la posterior interpretación. Y a pesar de todo ello, ¡la intensidad de sonido que sale por su ‘boca’ es sorprendente! Y un sonido cristalino, dulce, con unos agudos muy balanceados y una voz noble cuando las cuerdas son pulsadas con fuerza y que lo inunda todo.

El instrumento será mostrado en el Museo Histórico de Vera cuando se desmonte la exposición, dentro de una excelente vitrina iluminada hecha a medida por el carpintero almeriense Ricardo García Ramírez (CARPINTERÍA EBANSUR).

Pierre justificó sus argumentos con razones técnicas, basadas en el sistema de medición anterior al de hoy, el métrico decimal, o en la propia morfología de la guitarra, en pruebas documentales y cronológicas, llegando a afirmar que, incluso, la guitarra denominada como ‘Leona’ fue construida en Vera, cambiándole la etiqueta en Sevilla, una vez terminada de restaurar.

A continuación, se invitó al joven guitarrista Pedro Miguel Ridao Navarro, vecino de Vera y profesor de guitarra en la Escuela de Música Diego Garrido, a que interpretara unas piezas para comprobar las características tímbricas del instrumento, fin conseguido al tocar una misma pieza con nuestra guitarra y con la que utiliza Ridao de forma habitual. Interpretó piezas sencillas y complejas, de Antonio Cano Curriela, de Napoleón Coste, de Francisco Tárrega o de Granados, como ‘Lágrima’ o ‘Capricho árabe’.

La exposición sobre don Antonio de Torres consiste en una serie de láminas de gran tamaño que ofrecen, tanto información sobre la vida de Antonio de Torres y su familia en Vera, como sobre el proceso de construcción de una guitarra, aderezado con imágenes de algunos de los intérpretes que tocaron con los instrumentos realizados por el guitarrero. Los documentos provienen de los fondos del Archivo Municipal de Vera. En vitrinas iluminadas se exponen herramientas y guitarras despiezadas del propio luthier Joaquín Pierre, algunas de las cuales ha donado al Ayuntamiento de Vera.

Finalmente, el Alcalde de Vera, Félix Mariano López Caparrós, agasajó a los artistas con unos regalos: una Historia de Vera y una jarra de cinco picos, pieza alfarera típica de la ciudad.

El broche de la velada lo puso un “espontáneo”, un niño de once años, alumno del colegio Cuatro Caños, vecino del Municipio, llamado Azael Cano al que su abuelo Miguel Cano le está enseñando a tocar flamenco y que interpreta realmente bien, a pesar de su corta edad. Después de pedir permiso para tocar con la FE 21X se puso a la tarea, compás tras compás, tentando la suerte con desparpajo, recibiendo al terminar un cariñoso aplauso del público. Sin duda, otra promesa musical para el futuro de Vera.

                                                                                   

 

 

 

 

 

 

por prensa

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