Algunos datos sobre el desaparecido Pósito Municipal de Vera
Me es grato decir para conocimiento del lector que, gracias a nuestro copioso y rico Archivo Histórico Municipal, las personas interesadas en el conocimiento de la historia y cultura de nuestro pueblo, con simplemente contactar con su responsable, D. Manuel Caparrós Perales, éste, con amabilidad y probada diligencia, puede facilitarle cuantos documentos sean de su interés. Digo esto porque recabando información sobre el desaparecido Pósito Municipal de Vera para la confección del presente artículo, con sencillez y naturalidad, D. Manuel, me manifestó que el Ayuntamiento de Vera tiene una reliquia como Archivo, conservándose en él, con independencia de su ingente volumen de escritos, documentos producidos desde 1492 a través de Actas Capitulares, aunque su creación como Consistorio datase de 1488.
Para situar al lector y como introducción al tema objeto de mi atención, decir que, en el siglo XVI, la importancia de los cereales en el abastecimiento de la población obliga a fundar Pósitos, primeramente eclesiásticos y, luego, municipales y señoriales. Estas instituciones, con administración propia, compraban el trigo, lo almacenaban, lo vendían y lo prestaban para evitar carestías y fluctuaciones de precio violentas. Toda esta dinámica venía regulada en La Real Pragmática de Felipe II de 15 de mayo de 1584, donde se ponen las bases para su creación.
El caso que ahora me ocupa para su estudio es el que se observa, véase la foto, en la pintura de Dª Catalina Orozco Cervantes: el Pósito Municipal de Vera. Desde estas líneas, Dª Catalina, mi agradecimiento por su desinteresada colaboración.
En Vera, en el año 1555 se documentan edificios concretos que sirvieron de Pósito. Con posterioridad, estas actividades se fueron realizando en estancias o edificios separados hasta que en 1726 el Consistorio cede “sus Casas Capitulares”. En 1765 se realiza un proyecto de un nuevo edificio del Ayuntamiento entre Plaza Mayor y “La Puerta de Abajo”. Más tarde, vuelve a ocupar distintos lugares dentro de la ciudad hasta el mandato de Carlos III en 1776. La eficaz gestión a tal fin de la Sociedad Patriótica de Amigos del País y la construcción del edificio definitivo en este espacio – Templo del Santo Sepulcro de Ntro. Señor Jesucristo y Cementerio anterior al de San Antón- quedó concluida en 1781, cuyo diseño corrió a cargo del arquitecto veratense Francisco Ruiz Garrido. En el frontón de su fachada se veía representada el águila imperial y una inscripción que decía: “Reinando S.M. Carlos III. Siendo su primer Ministro, el Conde de Floridablanca”. Después de perder sus funciones tradicionales a finales del siglo XIX, parte de él se utilizó como teatro y, más tarde, como Templo debido a las obras de restauración en nuestra Parroquia, la Iglesia de Ntra. Señora de la Encarnación.
Mis recuerdos del Pósito se remontan a los años cincuenta cuando el mismo era utilizado como Plaza de Abastos donde se vendía carne, pescado, frutas y verduras. En su parte superior, utilizado como escuelas, tuve el honor, como reliquia en el recuerdo, de transitarlo durante un curso escolar por mi condición de alumno de Enseñanza Primaria.
Derruido el Pósito en la década de los setenta, para infortunio y pesar nuestro, decir que edificios como éstos, al igual que otros que serán objeto de análisis y estudio en sucesivos artículos, nunca tenían que haber desaparecido, más bien restaurados como joyas de nuestro patrimonio y devenir cultural e histórico.
Hoy por hoy, gracias a nuestro Archivo Histórico Municipal, si no fuese por los expedientes y vestigios que nos quedan de ellos en forma de documentos, fotos o pinturas, posiblemente, generaciones venideras estarían abocadas a supino y mayúsculo desconocimiento.
Autor: Diego Morales Carmona
14-07-15
