Domingo Ortiz Soler. Museo Histórico Municipal Ayuntamiento de Vera
El pasado 26 de agosto el área de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora llevó a cabo una nueva edición de las Jornadas «Hablando con Siret«, para celebrar el aniversario del ilustre arqueólogo.
Domingo Ortiz Soler. Museo Histórico Municipal Ayuntamiento de Vera
El acto se inscribe como una Jornada reivindicativa de la figura de Siret, apostando también por la puesta en valor de los yacimientos arqueológicos e industriales relacionados con este insigne ingeniero de minas y arqueólogo, coincidiendo con la fecha del 156 aniversario de su nacimiento. La velada fue amenizada por la excepcional cantautora almeriense Sensi Falan.
Domingo Ortiz, concejal de Cultura Indalecio Modesto, Alcalde de Cuevas y Julián Pérez
Para estas II jornadas, tras el éxito de las anteriores, han sido invitados como conferenciantes Domingo Ortiz Soler, arqueólogo y director del Museo Histórico Municipal del Ayuntamiento de Vera, con la ponencia : “ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A LUIS SIRET COMO PADRE DE LA ARQUEOLOGIA ALMERIENSE”, y Julián Pérez Flores, Presidente de la Asociación de Amigos de El Argar y biznieto de Pedro Flores -capataz y ayudante de campo de Siret-, que reivindicó en su intervención la importancia de Flores como ayudante del arqueólogo, glosando datos para una futura biografía de este personaje ya histórico. Igualmente hizo una presentación pública de la reciente creación de la Asociación de Amigos de El Argar, con los fines de reivindicación de la figura de Siret y Flores, así como para la salvaguarda de este Patrimonio Cultural Argárico y su declaración como Patrimonio de la Humanidad, a esta cultura única en el Mediterráneo occidental.
Tríptico de la Asociación
CONFERENCIA: ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A LUIS SIRET COMO PADRE DE LA ARQUEOLOGIA ALMERIENSE
Aprovechando este II Encuentro ‘Hablando con Siret’, aportamos en esta conferencia nuestro granito de arena con estas sencillas notas, que pretenden hacer honor a su figura y obra como arqueólogo, y que junto con la ayuda de su capataz Pedro flores, nos dio una panorámica histórica de los primeros tiempos de esta región del SE peninsular, totalmente olvidados. La labor de este investigador quedó, desgraciadamente cortada con su desaparición. Pero lo que sí es cierto es que Siret fue el iniciador de la Arqueología Almeriense y Pedro Flores su fiel colaborador en los trabajados de campo.
Pedro Flores y Siret
Ya desde mucho antes del Homenaje a Siret realizado en Cuevas del Almanzora en 1984, venimos llevando a cabo un estudio no sólo simplemente a sus descubrimientos, sino del personaje en sí y su capataz Pedro Flores. La única base para sus biografías (aparte de lo ya publicado), son las que tenemos, en el recuerdo de las personas con las que convivieron. Sus vidas se desarrollaron respectivamente a finales del siglo XIX y principios y mediados del XX. Crearon escuela de metodología arqueológica (donde ya se puede vislumbrar en los diarios y cuadernos de campo de Pedro Flores), que nos han legado un valioso conocimiento acerca de nuestro pasado, que permanecía, inevitablemente enterrado y olvidado para las generaciones futuras.
Cuaderno de campo de Pedro Flores
En cuanto a Siret, es de mencionar sus repetidas conversaciones y visitas conjuntas a esta zona y provincia con eminentes investigadores, que se truncaron con su muerte. Siret es el arqueólogo que no desenterró o sacó a la luz cosas, sino que su pensamiento fue más allá de la idea de los coleccionistas o eruditos de su época. Intentó reconstruir la existencia de las gentes que nos precedieron. No cabe duda, que en principio se pudo destruir valiosos datos a consecuencia inevitable de excavaciones realizadas caprichosamente o sin plan alguno; pero tampoco no cabe duda que fue corrigiendo el error, a través de las múltiples observaciones, que le fue ideando una meticulosa y detallista labor de registrar, por insignificante que fuera, todo resto encontrado, sin pasar por alto sus agudas observaciones sobre la posible vida cotidiana.
Siret con los investigadores más relevante del momento
Siret es el nombre asociado a la historia de la Arqueología Almeriense, y está ya dentro de la historia de los hombres. Lo tendremos que considerar como un Schliemann, un Carter o un Evans, nombres bien conocidos que descubrieron las grandes civilizaciones de Mediterráneo en aquellos momentos históricos para la Arqueología. Aun se sabe poco sobre su vida privada y profesional minera y de los años de paciente trabajo arqueológico, y a veces tedioso, de sus investigaciones. Lo que sí sabemos es que este eminente investigador (padre de la Arqueología Almeriense) y su trabajo, fue igualmente significativo.
Schliemann el célebre descubridor de Troya y de Mecenas
Sir Arthur John Evans descubridor y excavador del palacio de Knosos
Howard Carter: descubrió la tumba de Tutankamon
Hoy por hoy, los arqueólogos del presente, poco a poco, vamos colocando en su sitio respectivo a los elementos del fascinante rompecabezas que nos legó. Son bien conocidos muchos de los interesantes hallazgos de Siret: la cultura de los Millares, la Argárica… Para ello, Siret tuvo que ser muy perseverante para llegar a descubrir estas antiguas poblaciones, inspirándose y desenterrando como un “detective privado” dedicado a la búsqueda de pistas, ayudado por su fiel colaborador Pedro Flores, interpretando acertadamente conjuntos de observaciones que aun hoy están vigentes. No todo el mundo está informado acerca de las horas, meses y años de pacientes y duros trabajos que requirió el descubrimiento de la ingente arqueología almeriense.
Siret en su gabinete de estudios en la casa de Las rozas de Herrerías
Siret paso de coleccionista a erudito en el momento en que tuvo conciencia del despertar de una cultura: La Argárica, estudiando con curiosidad, registrando por escrito sus observaciones y efectuando especulaciones de todos los tipos, a menudo acertadas, dedicándose a medir, registrar y a intercambiando datos con otros arqueólogos. Es pues, uno autentico precursor de la arqueología del sureste peninsular. No cabe duda, como hemos dicho antes, de que, frecuentemente, sin existir deliberada intención, se pudo destruir valiosos restos durante sus excavaciones, sin técnica ni método apropiado, perdiéndose irrecuperables y precisas informaciones; pero estas primeras inexperiencias eran normales en una época en que la arqueología comenzaba a tratarse como una ciencia. Fueron los tiempos iniciales en que los arqueólogos aprendieron a trabajar de un modo sistemático, más científico.
Excavaciones mineras de Siret
Siret ha sido calificado por alguno de sus precursores contemporáneos como un antojadizo. La anticuario-mania en aquella época ya había causado sus inevitables estragos. Pero Siret, en cambio, se interesaba por algo más. Sentía curiosidad por todo, y por eso hoy es recordado como autor de uno de los más importantes libros ilustrados (un autentico corpus) que despertó el interés general por las culturas antiguas del sureste, conteniendo la descripción de todos los objetos descubiertos por él, de una manera científica del momento, con algunas inexactitudes comprensibles. Sin embargo, como uno de los pioneros arqueólogos de campo, llevó a cabo otros trabajos de indudable valor, buena parte de los cuales nos sirve como base para estudios posteriores. Estas obras prueban su dedicación por el detalle y la calidad de sus registros e ilustraciones.
Dibujos arqueológicos de Siret
Gracias a sus notas, los arqueólogos actuales podemos localizar todos sus hallazgos (sobre todo con los Cuadernos de Campo de Pedro Flores). Siret idealizó a estas culturas por comparación, abordando el tema de una manera peculiar, publicando detalladas notas acerca de la relación hallazgo-objeto-uso. Y muchas de las curiosas ideas sobre estas gentes circulan todavía. Se hallaba obsesionado por las ideas de despertar a unas gentes dormidas en el tiempo, pero lo que no cabe duda es que sus dibujos de objetos son de una precisión exacta y su trabajo señaló el comienzo de un auténtico interés por las culturas antiguas.
Louis Henri Siret hacia 1882, en el jardín de su casa durante un experimento con un molino hallado en El Argar
Pero, insistiendo, no cabe duda de que su trabajo lentamente comenzó a hacer una moderna idea sobre la Arqueología. Siret demostró cómo se podría descubrir el pasado, sacando a la luz y estudiando los terrenos capa por capa. Hasta entonces –como venimos diciendo-, la actividad arqueológica era semejante a la desplegada todavía por los buscadores de antigüedades, los cuales se movían despreocupadamente por los lugares históricos con el ansia de encontrar objetos valiosos, sin detenerse a considerar la significación de los objetos, una vez fuera de contexto. La idea de que las excavaciones debían ser efectuadas con el máximo detenimiento, obligaba a Siret a desplazarse junto a su colaborador Flores, a los lugares de excavación, llevando a la práctica muchas de las modernas ideas sobre el terreno fruto de su especialidad como ingeniero de minas, desde la óptica de la geología estratigráfica.
Sección de un corte de excavación
Y, para terminar, añadir que Siret aunque ingeniero de minas, dedicó la mayor parte de su vida al estudio de la prehistoria, junto a su hermano Enrique, el cual le había indicado la importancia de la zona en antigüedades. Y Siret, desde el mismo momento de su llegada de Bélgica, pudo dedicarse a lo que para él constituiría toda su vida y su máxima afición, realizando, en varias décadas, la máxima prospección en este campo y confeccionando la más detallada carta arqueológica hasta ahora conocida, y que después nosotros hemos completado en varias fases, con estos yacimientos siretianos y algunos más novedosos, que de seguro también conocía Siret y Flores y que no les dio tiempo a documentar.
Paisaje dibujado por Luís Siret del antiguo curso del río Antas con El Argar al fondo
Así pues, la Arqueología en Almería, tuvo su etapa pionera, plena de balbuceos incipientes, de base científica inicial con Luís Siret, durante las últimas décadas del siglo XIX y mediados del XX, centrando sólo sus objetivos en la descripción general y particular de todos los objetos recogidos selectivamente, con su imprescindible base interpretativa. No por ello se puede extremar por los resultados de Siret y Flores, ya que tuvo sus primeros impulsos en una época de clara intervención pseudocientífica.
Portada de la obra magna de los hermanos Siret del año 1890
Esta conferencia ha sido un extracto del artículo publicado por el que suscribe en la prensa el 10 de junio de 1984 con motivo de Coloquio Homenaje a Luís Siret celebrado en Cuevas del Almanzora, en el que participamos un equipo de trabajo. Han pasado 32 años desde aquel homenaje y ya va siendo hora de hacer una nueva reivindicación a su figura y a reconvertir su vivienda de las Rozas (Herrerías) en una Casa-Museo de Personaje Histórico. Y no transferirse el Memorial Luís Siret al I Congreso de Prehistoria de Andalucía que, bajo el epígrafe La tutela del patrimonio histórico, se celebró en Antequera entre el 22 y el 25 de septiembre de 2010, precisamente en un territorio donde Siret no hizo acto de presencia en sus investigaciones, arrebatando así Cuevas del Almanzora del privilegio. Hay que seguir reivindicando el Levante almerienses como cuna de la labor de Siret como padre de la arqueología almeriense, restituyendo su memoria.
Luís Siret y Cels
