Se añade una modesta aportación a los datos recopilados sobre los orígenes del toreo en el Municipio de Vera (Almería).
Está bien documentada la pasión por los toros que siempre se ha sentido en esta Tierra de Vera desde sus inicios cristianos. Desde 1488. María Luisa Andrés Uroz ilustró la evolución de este entusiasmo con documentos y noticias extraídas de los fondos del Archivo Municipal de Vera. Parte de ellos se muestran en el Museo Taurino, situado en el interior de la Plaza de Toros de Vera (construida por Tomás Haro Haro en 25-09-1879). También en varias publicaciones que acompañaron a la reinauguración de la Plaza de Toros de Vera en 25-09-1997. Sorprenden las curiosas noticias de que en el año 1518, antes del terremoto, en la Vera vieja, se corriesen toros por sus calles, que, en 1753, en la zanja situada en la calle que hoy lleva el mismo nombre, fuesen encerrados los toros provenientes de Baza «para la lidia», en mayo, y que en 1783 tengamos constancia de que era vecino de Vera Cecilio Antonio Estebes García, oficial de carnicero y torero, natural de Guadix.
Con la nota que aportamos a continuación deseamos aclarar algo más al proceso de desarrollo de la Fiesta en el Municipio.
Se ha anotado en otro artículo anterior la noticia encontrada en un documento judicial, custodiado en el Archivo Municipal de Vera, sobre un pleito entre dos vecinos de la Ciudad. La descripción del expediente es la siguiente:
1791, julio, 27. Vera.
Diligencias practicadas a pedimento de don Alonso González y Soto, vecino de Vera, contra don Diego Escánez Ruiz, sobre injurias.
El asunto se desarrolló como sigue: don Alonso González y Soto (natural de Vera), envidiando como bueno el nombramiento de su supuesto pariente (ya que éste niega tal parentesco), don Diego Escánez Ruiz (de 27 años), como miembro de la Real Maestranza de Caballería de la Ciudad de Ronda, decide solicitar su inclusión en tan noble y antigua Institución. Mas, don Diego, informa desfavorablemente para la inclusión de don Alonso en ella, pues, según sus informes, el padre es pechero, es decir, paga impuestos al Estado por su trabajo, lo que lo aleja de una institución que exigía el estado de Hidalguía de sus miembros, y era obligado que ninguno de ellos hubiera ejercido un oficio «servil» en toda su vida. Se añade que su padre se alistó para el sorteo de milicias. Don Alonso, además, afirma que se dice en otros círculos que don Diego ha lanzado calumnias sobre él mintiendo sobre su pasado y el de su familia, afirmando que, la suya, era una «ilustre familia de Morisco, Bendigo (sic) y Mesonero».
Ya tocamos la cuestión de los moriscos en Vera. Ahora le toca el turno al detalle de que don Diego Escánez Ruiz fuese miembro de la Real Maestranza de Caballería de la Ciudad de Ronda.
Copio directamente de la wikipedia una breve historia de la Real Maestranza:
La Real Maestranza de Caballería de Ronda (RMCR o RMR) nace a raíz de la Real Cédula de S.M. el Rey Felipe II de 6 de septiembre de 1572 enviada a los concejos de las ciudades y villas del reino instando a la creación de cofradías o hermandades destinadas a fomentar el ejercicio de la jineta. El Cabildo de Ronda, tras una serie de ayuntamientos, acuerda el 3 de agosto de 1573 informar al Rey sobre la constitución de la Hermandad del Espíritu Santo y los Estatutos por los que se rige.
Se tiene constancia de su continuidad durante el siglo XVII por el Acuerdo de Cabildo de 3 de junio de 1616 que eleva a Felipe III un informe sobre la existencia de la Hermandad y la práctica continuada del ejercicio de la jineta en la ciudad.
Es sin embargo durante el siglo XVIII cuando la Corporación adquirirá mayor desarrollo gracias a los distintos privilegios que se le otorga: No estar sus individuos sujetos a la justicia ordinaria sino bajo la jurisdicción especial de un juez conservador (1753), designación de un Infante de Castilla como Hermano Mayor del Cuerpo (1764), concesión de celebración de corridas de toros (1789), asistencia de los caballeros maestrantes a Ayuntamientos y actos públicos vistiendo el uniforme distintivo del Cuerpo (1775), exención del servicio de quintas (1795), disfrute del Fuero Militar (1829)…
Según sus Reales Ordenanzas aprobadas el 7 de febrero de 1817 los fines que persigue son; total obediencia a las órdenes de S.M. el Rey, recta moral de sus individuos, destreza en el manejo de las armas y ejercicio de la equitación, y observancia de las Ordenanzas y obediencia a los acuerdos tomados por su Junta General.
Posteriormente a la de Ronda, se crearon la Real Maestranza de Caballería de Sevilla en 1670, la de Granada en 1686, la de Valencia en 1697 y, por último, en 1819 la de Zaragoza.
(A modo de paréntesis, nótese la ¿inesperada casualidad? de que el cabildo de Ronda en 1573 acordara informar al Rey Felipe II sobre la constitución de la Hermandad del Espíritu Santo. Esta noticia podría dar una pista sobre el porqué de la denominación del cerro en que estuvo enclavada la Vera vieja hasta el terremoto de nueve de noviembre de 1518, cuestión todavía no resuelta, pues no sabemos desde cuándo comienzan a denominar así al Cerro… -el primer documento en el que aparece este topónimo lleva la fecha de 1777-. ¿Hubo otros miembros de la Real Maestranza en Vera antes de don Diego Escánez Ruiz?¿Existió una Hermandad del Espíritu Santo?¿Dio nombre a dicho enclave? …)
El privilegio de que disfrutaban estos caballeros chapados a la antigua y que más nos interesa en este espacio es, evidentemente, el poder que tenían los miembros de la Real Maestranza de conceder la celebración de corridas de toros a partir del año 1789. Noventa años después se construirá la Plaza de Toros de Vera. Así, ¿fue el maestrante don Diego Escánez Ruiz uno de los primeros impulsores de las corridas de toros en Vera?
Vera, 03 de febrero de 2016
Manuel Caparrós Perales
Archivero Municipal de Vera
Correo electrónico: archivo@vera.es
[En mayo de 2017 di con otra noticia relacionada con este asunto: 1819, noviembre, 6. Vera.
Don Diego Marín Cueto, Alguacil Mayor del Santo Oficio, caballero maestrante de la Real Maestranza de Ronda y regidor perpetuo de Vera, contra Rosa de Céspedes, viuda de Francisco Bascuñana, por impago de dos mulas].