Entrevista realizada por Francisco Fernández Caparrós para el día 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano. Su blog: http://manueladonay.blogspot.com.es/
Manuel Martínez Martínez es doctor en Historia por la Universidad de Almería. Ha dedicado numerosos artículos y libros a la historia del pueblo gitano. Algunos de sus trabajos, como La presencia gitana en la zona oriental del Reino de Granada durante el siglo XVI: el caso de Vera (Almería), se ubican en nuestra localidad. Conversamos con él a propósito de una de sus últimas publicaciones: Los gitanos y las gitanas de España a mediados del siglo XVIII. El fracaso de un proyecto de «exterminio» (1748-1765).
Ha dedicado muchos artículos, conferencias y también su tesis doctoral, al estudio de la historia del pueblo rom desde su llegada a la península ibérica. ¿De dónde viene su interés?
El interés me vino estando destinado como maestro en el Centro de Adultos de Los Almendros, en Almería. Había escrito hacía poco un libro y mis alumnos me pidieron que escribiera sobre los gitanos. Empecé por hacer un pequeño artículo, y bueno, han venido por ahora tres libros y más de una docena de artículos.
¿Cuál es su visión como investigador respecto a la historiografía romaní? ¿Cree que se han producido cambios en las últimas décadas?, ¿hay interés por parte de las instituciones y de la ciudadanía en conocer la historia del pueblo gitano?
Por un parte, creo que la historiografía existente es extensa, pero, por otra, es dispersa y escasa en publicaciones de calidad científica. Los grandes historiadores y especialistas en otras disciplinas apenas se han interesado y cuando lo han hecho ha sido de puntillas, con breves referencias.
Hace falta impulsar desde las universidades e instituciones la investigación del pueblo gitano, estimulando a los investigadores que se han especializado, pero sobre todo, es necesario incorporar a estos estudios a aquellos jóvenes investigadores con el suficiente potencial para alcanzar el mayor conocimiento sobre el tema gitano a todos los niveles.
En una de sus últimas obras, Los gitanos y las gitanas de España a mediados del siglo XVIII, subtitulada El fracaso de un proyecto de “exterminio” (1748-1765), estudia uno de los acontecimientos más desconocidos de nuestra historia: la Prisión General de Gitanos o la Gran Redada. ¿Qué ocurrió? ¿Hubo algún precedente?
Ante todo debo insistir en que este acontecimiento histórico no consistió simplemente en una redada y se acabó con este acto. Existió un verdadero proyecto, primero para capturar a los gitanos y gitanas de toda la península, y después para aplicarlos a trabajos forzosos. Todo ello para conseguir la “extinción biológica del pueblo gitano en España”.
Precedentes hubo desde finales del siglo XVI, cuando dos representantes en Cortes propusieron ya un proyecto de “exterminio” biológico, que precisamente trato en el documento del mes que publico en mi blog. En cuanto a redadas hubo al menos dos que tuvieron como víctimas a los gitanos varones que eran útiles para bogar como forzados en las galeras de la escuadra del Mediterráneo. La primera en 1571 y la otra en 1639, ambas documentadas en dos de mis artículos.
¿Por qué se produjo la Gran Redada? ¿Por qué este acontecimiento resulta invisible para la mayor parte de los historiadores?
Ya no podemos hablar de que sea un acontecimiento desconocido o invisible de la Historia de España. Además de varios artículos, hay al menos cuatro libros que tratan de ello. El problema es que la difusión de estas publicaciones es reducida. Hace falta publicitar convenientemente estas publicaciones, para lo que deben implicarse instituciones y demás estamentos sociales implicados.
El proyecto de “exterminio” se produjo como consecuencia de un conflicto étnico-cultural originado por el afán de los gobernantes españoles en mantener el orden público, al considerar a los gitanos, no como una etnia en sí, sino españoles que adoptaban una forma de vida libre, no sujeta a una localidad. Esta creencia errónea de llevar los gitanos una vida errante y vagabunda, hizo que se proscribiera su forma de vida, por considerarla un riesgo social y económico, por temer quedaran fuera del control de las justicias y se unieran a ellos todo tipo de gente delincuente.
¿En qué sentido el proyecto de la Prisión General fue un ‘fracaso’?
Lo de fracaso viene por el hecho de que todos perdieron. Las secuelas perduran porque la herida aún está abierta, el conflicto étnico-cultural aún perdura y se muestra principalmente en la desconfianza y el propio desconocimiento de los hechos. Hace falta una reparación histórica en toda regla. Es por ello que acabo de publicar mi libro: “Nunca. Más. Homenaje a las víctimas del proyecto de “exterminio” de la minoría gitana iniciado con la redada de 1749”, donde más de 5200 personas de todas edades y sexos recuperan su identidad arrebatada por esa invisibilidad de la que hablábamos antes.
¿Cree que hay un racismo antigitano? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Cómo cree que podemos luchar contra él?
Partiendo de que sólo hay una raza, la humana, te diría por tanto que no; pero sí que hay un antigitanismo latente alimentado por el estereotipo negativo acuñado durante más de cuatro siglos. Un proceso en el que actualmente estoy trabajando. Es precisamente en derribar estos prejuicios y estereotipos como mejor podemos luchar contra este antigitanismo. Para ello es fundamental no sólo extender la educación a todo el colectivo gitano, sino también que haya frutos que se traduzcan en maestros, médicos, abogados, etc.
¿Le gustaría añadir algo más?
Me gustaría animar a todos los componentes del pueblo gitano a que conozcan su historia, pero que no la vean como una sucesión de acontecimientos tristes y repletos de penas, sino como una historia de triunfo, de una manifestación de la fuerza y determinación de un pueblo por conservar sus señas de identidad. No ha habido tantas leyes y persecuciones como las que ha sufrido, pero ha sabido mantenerse, no en un plan de igualdad con el resto de la población española, pero ahí está. Ahora falta conquistar esa igualdad a través de la educación y revalorización de su cultura.
Entrevista realizada por Francisco Fernández Caparrós
Marzo de 2016