A mediados de junio de 2014 comenzó a distribuirse en las librerías el cuento Sueños desde el silencio, de Yol de Yeste.
Debido a que la temática del libro está relacionada con Vera, además de con otras poblaciones de Almería, y a que la autora investigó en el Archivo Municipal de Vera durante algún tiempo (dato que se lee en los ‘agradecimientos’), consideramos de interés para nuestros lectores la noticia que se muestra a continuación sobre la obra en cuestión.
Yol de Yeste, la niña del silencio, aprendió a escuchar desde el corazón, desde su nacimiento, desde que a su madre le dijeron que su bebé, ajena al mundo de los ruidos, jamás entendería sus cuentos. Ellas no se resignaron y obstinadas en conservar la tradición oral de los pueblos de su bisabuelo, siendo silencio, Yol se los cuenta hoy a sus hijos y a todo el que quiera escuchar; los ha escrito y saldrán a la luz en diciembre. Son y serán ‘Sueños desde el silencio’, pero desde sus páginas ‘gritarán’ no sólo una tradición oral de Granada, Almería y Córdoba, sino también la historia de una niña que hoy siendo mujer ha conseguido que los cuentos que se han ido contando de padres a hijos y que le contó su madre no se pierdan, no se olviden, no dejen de contarse. Su autora, seguramente será próxima protagonista de otros libros, es la niña del silencio que ella fue. La pequeña que se hizo mayor y que a base de «lucha diaria» es hoy digna de admiración. Su madre nunca se resignó y consiguió mucho más de lo que se propuso.
Mujer, madre, trabajadora y escritora, Yol de Yeste publica su primer libro editado por la Diputación Provincial de Zaragoza, una leyenda contada durante siglos, de generación en generación, de abuelos a nietos, de padres a hijos, en varios pueblos (Tabernas, Laroya, Pechina, Caniles, Suflí, Chercos, Macael, Tíjola, El Hijate, Baza, Vera, Huércal de Almería, Lubrín, Cóbdar, Olula del Río, Tahal, Benitorafe, Serón, Bacares, Alcóntar, Lúcar, Somontín, Armuña de Almanzora, Purchena, Sierro, Bayarque, Cantoria, Almería, Córdoba y Granada), en los que «todos son mis raíces», asegura. «Es un romancero serrano para todas las edades, desde los más pequeños hasta los mayores, con más de 60 ilustraciones del genial ilustrador almeriense Antonio Lorente».
Es una historia antiquísima que su bisabuelo, Manuel de Yeste, natural de la sierra de Baza, le contaba a la madre de Yol, sobre el ejército moro en la conquista del Reino de Granada, «y ella me la ‘pasó’ a mí. Esta vez me toca el turno de contársela a mis hijos. Así, la leyenda que ha sobrevivido varios siglos seguirá viva», dice la autora de ‘Sueños desde el silencio’. Pero este libro, es mucho más que un cuento, una leyenda o la conservación de una tradición oral, es además, «un pequeño homenaje a mi bisabuelo, narrador del cuento, y a mi madre, a la que debo tal como soy», afirma. Una madre que jamás aceptó que existiera una limitación que no era más que la barrera que ponen otros, y que se empeñó en que Yol conociera la herencia oral de sus antepasados. «Y yo me dejé llevar por la imaginación metiéndome dentro del cuento mientras mi madre me lo narraba. Y me hice protagonista para entender esos cuentos, ella es la protagonista, la niña que una vez fui», cuenta la escritora.
Una historia ‘en silencio’
«En los años setenta, mis abuelos como miles y miles de familias andaluzas, emigraron a Cataluña, y allí nací.
En cuanto a mí, mi madre sospechaba desde el principio que algo no iba bien, yo no respondía a sus llamadas y se confirmó que no oía nada cuando yo tenía un año. Para ella fue un golpe muy duro, tan tremendo, le aterrorizaba la idea de que yo no hablara ni entendiera jamás los cuentos de su abuelo. Como es lógico, se negaba a aceptarlo».
Yol creció en el mundo de los oyentes, no habla la lengua de signos, se comunica gracias a la lectura labial, «si hablo es gracias a mi madre, a ella le debo lo que soy. Me sacó adelante como pudo y me enseñó todo lo que tenía a su alcance. Los cuentos de su abuelo es la mejor herencia que he podido recibir en esta vida y me siento orgulloso de ser ‘su hija y su bisnieta’. Me siento también andaluza hasta las trancas».
35 años después, aquella niña es actualmente empleada de DKV SEGUROS, tiene dos hijos, uno de tres años y otro de uno, que están encantados con el nuevo cuento de mamá, y que son sus mayores fans, «enloquecen en cuanto escuchan la música del vídeo del cuento y salen disparados a verlo. Mis hijos han sido también gran parte del motivo para escribir este libro. En cuanto tuve a mi hijo mayor tuve la necesidad de escribir para él los cuentos de mi bisabuelo e ilustrarlos».
Los pequeños están entusiasmados, casi tanto como Yol, pero «el cuento está dedicado al público de todas edades, desde los más pequeños hasta los mayores y se conserva el habla andaluza».
Llegar hasta aquí no ha sido fácil, seguir el camino tampoco lo será, no lo es para nadie, pero Yol se enfrenta a diario a una dificultad añadida que no está en su problema auditivo, sino más bien en las barreras de comunicación que, paradójicamente somos capaces de establecer, más por ‘distracción’ que por otra cosa, los propios seres humanos con nuestros iguales. «Tápate los oídos y mira a tu alrededor. No todos vocalizan. Hay gente que no pronuncia nada de nada o solo a medias. Se te escapan las palabras. Si estás en una reunión no te enteras de nada, o en una conversación con varias personas a la vez. Te frustras por no estar al tanto. Así es tu vida. Te estoy hablando en general, en el colegio, en el trabajo… Hay gente que no se molesta en escucharte y se cierra en banda. Son barreras diarias, pero sigo luchando día a día, con optimismo».
La niña del silencio empieza su andadura con estos ‘Sueños’, con la colaboración de Diputación Provincial de Zaragoza, Ibercaja Obra Social, Fundación DKV Integralia (Fundación para la Integración Laboral para Personas con Discapacidad) y CERMI-ARAGON (Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad), pero no terminará en ellos, protagonizará ‘sin ruido’, pero con mucha pasión, por lo menos, tres aventuras más.
Jenny Simón
24-11-13
ideal.es