LA CIUDAD MEDIEVAL DE BAYRA ANTES Y DESPUÉS DE LA CONQUISTA A PARTIR DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS
CONFERENCIA
Domingo Ortiz Soler
Museo Histórico Municipal
Ayuntamiento de Vera
En la fecha clave de 10 de junio de 2013, conmemoramos el 525 Aniversario de las Capitulaciones de Vera, acaecidas el 10 de Junio de 1488, ante el Rey Fernando el Católico.
Y la Concejalía de Cultura, a través de las actividades programadas por el Museo Histórico y el Archivo Histórico Municipal, presentamos diversos actos como celebración de aquélla efeméride a partir de una serie de conferencias temáticas alrededor de la Historia de Vera antigua.
Uno de los objetivos primordiales, aprovechando esta conmemoración es servir como motivador para recobrar la Historia de nuestra ciudad y comarca, acercando al ciudadano para que les pueda servir de comprensión y acercamiento a cuales fueron sus raíces históricas.
La finalidad básica de estas conferencias no es tanto la de ofrecer datos nuevos como la de reflexionar y aportar nuevas ideas sobre temas claves en aquellos tiempos antes y después de la conquista de este territorio, ofreciendo una nueva visión de la historiografía de Vera, a fin de lograr una mayor comprensión de los mismos, desde la visión histórica y arqueológica.
Y con esta conferencia que impartimos, exponemos el resultado de un largo proceso de investigaciones sobre los orígenes medievales y romanos de Vera y su desarrollo después de la conquista.
El título de “La Ciudad Medieval de Bayra antes y después de la Conquista a partir de los datos arqueológicos”, es ya un ejemplo de los datos que vamos a aportar, desde que con nuestro Grupo de Investigación integrado por Lorenzo Cara y yo mismo, iniciamos ya en 1984 a partir del desarrollo de un Campo de Trabajo Internacional, promovido por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en el Cerro del Espíritu Santo.
Es obvio, sin embargo, que con las nuevas investigaciones que venimos desarrollando en este yacimiento arqueológico de envergadura, conseguiremos aportaciones lo más numerosas y clarificadoras posibles. Y en ello estamos…; y el Museo continuará de modo estable la tarea de recuperación de la Historia de Vera.
Y, aquí, no clausuramos esta Programación, sino que la dejamos abierta para seguir trabajando en estos reencuentros con la Historia de Vera, preparándonos para el 2018, en que se conmemora la efeméride del V Centenario del Terremoto que destruyó la Vera antigua medieval y que dio paso a la creación de la nueva ciudad de Vera renacentista, por orden de Carlos V.
Y esta Programación que cerramos con esta conferencia, la hemos desarrollado enriquecido por la colaboración generosa de investigadores e instituciones públicas y asociativas, que han apoyado esta iniciativa.
La ponencia que hemos preparado la hemos dividido en cinco partes: una primera, en la que vamos a comentar de una manera muy breve sobre “Algunas referencias históricas de la Vera musulmano-cristiana”. En la segunda parte, comentaremos otro apartado específico de la “Historia de Vera hispano-musulmana y su comarca durante el proceso de reconquista como datos para la historia de la ciudad”. En otro apartado contaremos “Las últimas referencias a la Vera del Espíritu Santo vista por el viajero Münzer en 1494”. A continuación “La historiografía del Cerro y sus últimos trabajos de investigación”. Y, para terminar, expondremos la “Puesta en valor sociocultural y turística del Cerro del Espíritu Santo. Desarrollo del proyecto de adecuación del cerro como mirador turístico”, que a nuestra manera de ver argumentan el potencial que tiene este enclave histórico en el desarrollo económico y social de un ciudad litoral turística como Vera.
Así también agradecimiento a Javier Irigaray, presidente de la Asociación Argaria, que ha participado en la organización de estas actividades.
Y para abrir y cerrar el desarrollo de la conferencia que mejor manera que con la lectura poética de unos poemas escritos por nuestro poeta local Francisco Flores, tema escogido sobre la Vera antigua, como un pequeño homenaje de agradecimiento a este poeta veratense, que después de Garcilaso de la Vega, hijo de Garcilaso primer alcalde cristiano de esta ciudad, escribió sobre la conquista de Vera por los Reyes Católicos:
VERA
Tras las épocas de Baria y
Bayra ya lejanas.
Con Vera la luz y la paz quedan hermanas,
las dos brotaron del inmenso cielo,
y bajaron al terruño con raudo vuelo;
por gracia del reino vinieron los honores,
quedando sembradas flores,
espléndidas, alegres, fragantes,
con dulcísimos dones en ecos palpitantes,
por noble y leal soberana
teniendo la palabra también por hermana,
de pasos eternos conserva sus huellas
bajo un firmamento lleno de estrellas,
y mientras Jesús desde su atalaya teje su alfombra
la virgen de las angustias embellece su sombra.
Francisco Flores Pérez
LA HISTORIOGRAFÍA DEL CERRO Y SUS ÚLTIMOS TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN
Ya en el verano de 1984 se desarrollaron una serie de trabajos de investigación en las antiguas ruinas de Bayra. Esta campaña fue la primera que se ha realizado en este yacimiento arqueológico, a raíz de la petición que hicimos a la Delegación Provincial de Cultura de Almería, para la realización del III Campo de Arqueología, que se venían llevando a cabo en Vera, que ha sido pionera en este tipo de campamentos arqueológicos en la provincia.
La laboriosa organización de este Campo de trabajo estuvo a cargo con la Dirección de los trabajos por los arqueólogos Ángela Suárez, Lorenzo C. Barrionuevo y Domingo Ortiz Soler.
El objetivo, en principio, fue realizar la limpieza, documentación y propuestas de conservación de las ruinas de la antigua ciudad de Vera, con recogida de material cerámico en superficie para su estudio, aprovechando para realizar un primer contacto de investigación inédita con los problemas que plantea este tipo de investigación de análisis superficial, de un despoblado medieval, recogiendo documentación de prospección y de archivo, en el que estamos todavía inmersos, y cuya parte de resultados se encuentran expuestos en los paneles del Centro de Interpretación Arqueológica de la Ciudad Medieval de Bayra.
Y de hecho, con esta ponencia presentada son aportes de dichas investigaciones desde aquellos momentos, con la actualización de datos y aportación de nuevos, sin ningún apoyo institucional (todo hay que decirlo).
A pesar de la importancia y extensión del cerro y sus ruinas, lo hasta ahora descubierto ha evidenciado el gran valor que guarda el yacimiento para el conocimiento del establecimiento musulmán en la comarca, sin olvidar otros niveles de asentamientos humanos prehistóricos y romanos acumulados.
Por lo pronto, sobre la historia de este emplazamiento existen datos de archivo y los arqueológicos que hemos realizado confirmando que este cerro estuvo poblado desde tiempos prehistóricos e iberos y que en época romana, por lo menos con la existencia de un torreón o castellum, sobre una base anterior oppidum ibérico. Con la seguridad que también durante el establecimiento bizantino durante setenta años en este litoral aprovecharon las infraestructuras de este enclave como recinto militar.
El cerro del Espíritu Santo en 1984 durante los estudios arqueológicos del Campo de Trabajo
LAS ÚLTIMAS REFERENCIAS A LA VERA DEL ESPÍRITU SANTO
LA VERA VIEJA VISTA POR EL VIAJERO MÜNZER
Como venimos diciendo, Vera ha sido siempre una tierra de fronteras, de periferia más o menos próspera. Lugar de paso, de llegada y salida, costa de piratas; tierra que ha visto marcharse y volver a muchos de sus hijos, descrita por viajeros que siempre iban de paso.
A los ojos de los primeros viajeros medievales, así era Vera hispanomusulmana:
“En las costas orientales de la Cora de Bayyana, que tenía su cabecera en la ciudad de Almería junto a la desembocadura del río llamado por los árabes wadi Bair o río de Vera-el actual río Antas- se hallaba la población y castillo de Varia, edificada sobre un monte y dominando el mar”.
Ya no se encuentran más referencias a esta Vera medieval, desde que el alemán Jerónimo Münzer, en 1494 entró por Vera, a lo que entonces era el reino de Granada, dejando una descripción de lo que era Vera después del establecimiento cristiano, y que nos hace reflexionar sobre la forma en que los hombres juzgan lo que ven y las costumbres de sus semejantes, influenciados por su visión condicionada de la cultura a la que pertenecen.
La ciudad que recibieron los Reyes católicos, cuya mezquita se consagró bajo la advocación de Santa María, debió ser muy parecida a la de la descripción que dejó Jerónimo Münzer en su visita a la misma el 16 de octubre de 1494, “situada en un monte que domina una bella y feraz llanura”, “ en cuya cumbre hay un célebre castillo; en la falda, y rodeado por el monte, está la población compuesta de una seiscientas casas,” afirmando que en los alrededores de la ciudad “pasa por ella un río que , no obstante ser pequeño, basta para regar su término, por ser la tierra muy fecunda”, aportando un nuevo dato a la geografía agrícola de la zona.
En aquellos tiempos por ser tierra seca y fronteriza la población fue escasa para época hispanomusulmana y no debió sobrepasar las 1.500 personas, ya que tras la conquista pocos serían los cristianos que se asentaron en ella. No contamos con datos más directos que los suministrados por Münzer que afirma había unas 600 viviendas en la población, cifra a todas luces desorbitada a menos que hiciera referencia al conjunto de la tierra de Vera, incluyendo Antas, pues pocos antes menciona 800 casas para Lorca.
Más aproximados parecen los datos documentales, que contabilizan 115 vecinos en 1496.
Cuando MÜNZER visita Vera solamente habitan cristianos y la mayor parte de la ciudad está en ruinas. En el Archivo Histórico Municipal de Vera existe un documento de 1503 referido a la reparación de una posada situada en la plaza de la ciudad, seguramente la misma por donde hacía nueve años pasó Münzer; y en otro documento de 1506 se refleja el padrón de habitantes, algunos de cuyos personajes conocería este viajero doce años antes.
Y 30 años después de la ocupación por cristianos viejos, en 1518 fue destruida por un desolador terremoto, quedando sólo la capilla-sagrario de la primera iglesia cristiana de la comarca, entre las desoladas ruinas.
Construyendo a continuación una nueva ciudad de planta a través del apoyo de Carlos V y el Papa León X, aprovechando el jubileo universal de ese año, a fin de recoger fondos para la construcción de la Basílica de S. Pedro de Roma, y como hecho ‘milagroso’ aportan limosnas y se construye una nueva planta de ciudad en el llano cercano a la anterior ubicación, hacia 1520, y el actual templo parroquial, el templo quedó terminado para 1524.
La ciudad se proyecta a un “tiro de ballesta” (sistema de marcar distancias en aquellos tiempos…) de la antigua, de traza rectangular y con cabida para 140 casas. La iglesia y los edificios públicos quedaron situados en la plaza central, tal como pudiera estar hoy, con murallas franqueadas por torres, con una puerta en la parte de tierra o “Puerta de Arriba” (donde hoy está la Plaza del Mercado” coincidiendo con el Camino de Baza o de Granada, y otra en el camino de la playa o “Puerta de Abajo” (Plaza del Sol) que enlazaba con el antiguo camino de la costa que ya existía de la anterior ubicación de la ciudad medieval.
Igualmente se constata la existencia de un portillo en el extremo del Convento de San Agustín, enlazando con el camino viejo de Almería.
Otro portillo quedaría hacia la salida del camino de Pulpí, donde en 1605-6 se instalaría el Convento de la Orden de Los Mínimos. La iglesia quedaría como fortaleza central con cuatro torres en las esquinas, siendo una de la fachada principal de forma prismática.
Y para conmemorar el hecho memorable de esta intervención se adornaron en la fachada tres escudos y una columna adosada (como aquellas conmemorativas de los romanos…) sobre la que se coloca el escudo Imperial de la Casa de Austria, los de Villalán del obispado de Almería.
Y ya, a partir de otra fecha clave de un 25 de Septiembre de 1569, en que Aben Humeya huye del cerco que le opuso Vera, se transformó definitivamente en la voluntad de los habitantes de vivir a la española… (Según Tapia).
La nueva ciudad se convertiría sucesivamente en trazado moderno, con la “pacífica y constructora” época castellana, que referencia todavía la que fue “revoltosa” etapa morisca.
Cerro del Espíritu Santo, enclave de las ruinas de la ciudad de Vera, destruida por el terremoto de 1518. Fotografía de los años 20.
LA VERA DE HOY
Vera, alargada hasta nuestros días, es una ciudad de trazado lineal, no tan recogida en sus calles, como típicamente había sido la anterior. Esta última razón confirma por sí sola el acierto de Vera, que nació con nuevo espíritu de Castilla sobre la concepción musulmana –desgraciadamente desaparecidas- de al-Andalus, sin perder una pizca de sabor de la Vera.
Como cuestión aparte está desarrollada la reciente historia moderna y contemporánea hasta el siglo XIX, que culmina y decae con la aparición del siglo XX. Pero esto es otra historia.
Si Vera antes de la conquista de los Reyes Católicos, tenia una extensión de 1648 Km2., tras la conquista se le desgajan Cuevas y Portilla, Sorbas y Lubrín, Huercal y Overa, Sierra Cabrera, Antas, Zurgena, Bédar, Serena, y por último Garrucha y Pulpí, en 1860, concediéndosele a Garrucha en 1992 la ampliación de su término municipal.
Panel sobre el nacimiento de la nueva Vera en el Centro de Interpretación Arqueológica de la Ciudad Medieval de Bayra
PUESTA EN VALOR SOCIOCULTURAL Y TURISTICA DEL CERRO DEL ESPIRITU SANTO
Con el Proyecto de musealización de los accesos al cerro del Espíritu Santo, se ha dado un nuevo en foque a la filosofía de creación de nuevos espacios museísticos al aire libre, por parte del Museo Histórico Municipal y el Archivo Histórico Municipal en colaboración con L. Cara, para la puesta en valor de las ruinas de lo que fue la antigua ciudad medieval de Bayra: un Centro de Interpretación Arqueológica de la Ciudad Medieval de Bayra.
Reconstrucción de la ciudad medieval según las investigaciones de D.Ortiz, dibujado por E. Sánchez para el Proyecto de musealización del cerro del Espíritu Santo
El cerro del Cerro del Espíritu Santo y sus ruinas milenarias hoy
La Bayra hispano-musulmana, la Vera vieja del Espíritu Santo, y la Vera nueva cristiana, como hemos visto, son dos ciudades diferenciadas en el tiempo.
Pero vayamos a lo concreto.
El cerro sobre el que se aposenta la fortaleza y su ciudad viene a ser algo así como un eslabón perdido de una cadena de montaña. Y la verdad es que el cerro parece un poco desamparado, pero a la vez firme en medio de la estéril belleza de sus arrabales, con sus bancales y sus caminos entre barrancos profundos.
Este paisaje feraz, de olor a tierra seca y húmeda de acequias en aquellos tiempos, contiene, como otros muchos lugares de la localidad, un volumen de historia antigua y moderna aún no estudiado.
Sobre la tierra, hurgándola un poco o un mucho con las manos sabias de los arqueólogos, o las inocentes de los agricultores, o las “depredadoras” de los profanos, se han encontrado todos los restos del pasado, que desgraciadamente han desparecido ya de las páginas de nuestra historia debido al expolio sistemático a que se ve afectado este yacimiento arqueológico por los furtivos y coleccionistas y, en buena medida, por su abandono institucional, donde la administración autonómica también tiene que decidir su futuro y no solamente la administración local con sus escasos medios económicos y recursos.
La construcción del castillo-alcazaba, como es natural se construyo sobre una gran plataforma rocosa de conglomerados que existía en la cúspide a modo de visera, aprovechando piedras del lugar para levantar los muros. La argamasa y hormigón de cal y arena se fueron conjuntando para ir levantando trozo a trozo una fortaleza de verdaderas dimensiones de defensa y amplio panorama para prevenir los ataques.
Por el interior se hicieron, como es necesario, buenos aljibes donde ir almacenando agua, la buena agua de lluvia que regaba antes más que ahora, los árboles y las matas; los bancales no obstante, si la sequía persistía recibían el agua de riesgo por acequias…Hasta ahora hemos localizado seis cisternas, incluida la de la ermita.
Son conocidos en superficie esta serie de aljibes que en su día estuvieron adosados a las murallas de la fortificación o casco urbano de lo que serían las viviendas escalonadas en la ladera del cerro, así como cimentaciones de viviendas y hornos alfareros.
Un paño de muralla de sillares de arenisca es el único testimonio constructivo de una posible obra romana de fortificación, así como con el efecto secundario de deterioro del entorno y de los propios restos que quedan de época hispanomusulmana, e incluso más anterior prehistórica de la Edad del Cobre y del Bronce Argárico.
Paño de la muralla de sillarejo destruida recientemente por acción erosiva de a lluvia, por falta de consolidación de sus estructuras
El espacio del Cerro esta actualmente en un estado ruinoso desde que en 1518 un terremoto destruyó la ciudad, y a partir de estas fechas las construcciones fueron abandonadas paulatinamente para ocupar la nueva urbe mandado construir en el llano por orden de Carlos V hacia 1520, quedando arrasado el Cerro desde entonces, al ser desmanteladas las ruinas para acopio de material de construcción para la nueva ciudad, constancia de ello la encontramos en los cimientos de la iglesia que se utiliza restos de sillarejos de las piedras de la muralla; conservándose seis aljibes uno de los cuales fue convertido en pequeña Ermita como lugar de peregrinaje hasta el primer cuarto del siglo XX.
Y, aprovechando estas ruinas arqueológicas del cerro del Espíritu Santo, se desarrollaron unas infraestructuras para su puesta en valor y musealización, convirtiéndose en un Mirador panorámico Turístico con la subvención de la Consejería de Turismo en el año 2002.
El proyecto consistió en el trazado de una ruta de acceso a los miradores, uno situado en la explanada de la ermita y otro en la cima. En esta ruta se puede admirar las diferentes ruinas existentes de la antigua ciudad, y se instalaron carteles explicativos de la historia de esta ciudad. Por ultimo se procedió a la iluminación de todo el trazado y de las diferentes ruinas que aún afloran sobre el terreno.
Uno de los paneles de la musealización al aire libre del cerro del Espíritu Santo.
En las obras se realizó un seguimiento arqueológico previo en el tramo de los accesos para salvaguardar los posibles restos que pudieran surgir durante los trabajos de reacondicionamiento en el planteamiento de la vereda a ejecutar.
Un segundo proyecto incluido en el plan de Excelencia Turística fue la restauración de la ermita para su adaptación a Centro de Interpretación de la Historia de Bayra, concretamente a la época musulmana hasta el terremoto de 1518.
Precisamente el nombre dado al cerro de Espíritu Santo, parece tener su origen en la existencia de una Ermita dedicada al Espíritu Santo, construida posteriormente aprovechando la estructura arquitectónica de un aljibe situado mirando a la nueva ciudad construida en el llano.
Mirador del cerro del Espíritu Santo
DESARROLLO DEL PROYECTO DE ADECUACIÓN DEL CERRO COMO MIRADOR TURÍSTICO
Por todo ello, en una primera fase del proyecto se previó limpiar de escombros y rellenos la parte de todo el recinto superior de la cúspide, producto del arrasamiento de cimientos del castillo y aljibe, por obras del año 1949, cuando se instaló la imagen del Sagrado Corazón.
Lo que se pretendió con ello fue recuperar la estructura antigua de cimentación de la fortificación para devolverla al estado en que estaba antes de la última intervención y consolidar los elementos arqueológico del aljibe popularmente conocido como “Baños de la Reina” y cimentación de la torre, preparando la superficie para acometer los trabajos de adecuación como mirador de estas ruinas, manteniendo la imagen del Cristo reparada e iluminada, así como los accesos adecuados para la subida peatonal, y que sirva a su vez a una red de veredas de “Senderismo Cultural”.
Panorámica del cerro del Espíritu Santo con el trazado de sendero
Pero el vandalismo aún hace que se destruya todo lo hecho. Aún después de terminados los trabajos, en aquellos momentos se han atentado contra estas ruinas. Por lo pronto siguieron deteriorando la Ermita y destruyendo otras zonas de las murallas y cimientos de casas, hornos, silos…
Y esto ya es grave, y el daño irreparable, y como reacción debería seguirse un plan de vigilancia y protección de lo poco que queda de nuestra historia pasada.
Otro punto importante sería el proteger las estructuras de las murallas y otras construcciones, de la degradación y erosión, a través de una urgente restauración y consolidación.
Y, prioritariamente, las murallas de la zona noroeste cuyas paredes se han derrumbado recientemente y otras se encuentran parcialmente deterioradas.
Este sería un último intento para salvaguardas nuestro escaso patrimonio artístico e histórico de Vera.
La situación actual y el desconocimiento que existe sobre las ruinas obligan en primera instancia a seguir realizando un estudio histórico y arqueológico a partir de prospecciones que sirvan para localizar las posibles ruinas restantes, tramos de murallas factibles de ser conservadas para las visitas guiadas, a lo largo del nuevo trazado del tramo vial de vereda de senderismo.
Y, volviendo al inicio reflexivo de esta comunicación, he aquí que nos encontramos ante un dilema: la historia de Vera antigua se nos está perdiendo por falta de un Programa de investigación oficial mediante excavaciones arqueológicas con sus inmediatos proyectos de consolidación de estructuras constructivas y consiguientemente su puesta en valor para que sea mejor visitable en su interpretación global de lo que sería aquella ciudad medieval, a través del Museo que sirve para proteger y certificar la autenticidad de nuestra historia.
Esperamos que urgentemente se tomen medidas para el pronto funcionamiento de la iniciativa. Es lo que deseamos todos.
Museografía del Centro de Interpretación Arqueológica de la Ciudad Medieval de Bayra
Recreaciones del armamento del asedio de Vera
Vandalismo en los paneles informativos de la musealización del cerro del Espíritu Santo
Deterioro de los paneles
Algunas referencias bibliográficas sobre Vera
Algunas referencias bibliográficas sobre Vera
- Archivo Histórico Municipal del Ayuntamiento de Vera.
- CARA BARRIONUEVO, L. Y ORTIZ SOLER, D.: “Un modelo de ciudad fronteriza nasrí: urbanismo y sistema defensivo de Vera”. Actas Congreso La frontera Oriental Nazarí como sujeto histórico (siglo XIII-XVI). Lorca-Vera 1994.
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- ORTIZ SOLER, D.: “Algunas referencias históricas de la Vera musulmanocristiana”. Revista Feria de Vera. Ayuntamiento de Vera, 1983.
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- ORTIZ SOLER, D.: “Historia de Vera hispanomusulmana y su comarca. Datos para la Historia de la ciudad”. Rev. Feria 1985.
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- ORTIZ SOLER, D.: “La destrucción del Patrimonio: Vera, un pueblo que se está quedando sin historia”. La Crónica, 7 mayo 1991, p.4.
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- ORTIZ SOLER, D.: “Proyecto mirador del cerro del espíritu santo. Orígenes de Vera”. Revista Feria de Vera, 2003.
- ORTIZ SOLER, D.: “Un proyecto de intervención reintegradora de las ruinas del Cerro del Espíritu Santo (exposición ermita del cerro del Espíritu Santo)”. Revista Feria de Vera, 2007.
- “La ciudad recupera su pasado en el complejo cultural del Espíritu Santo”. Revista Feria de Vera, 2007.
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